Nuevas rebajas en la cooperación asturiana
Coincidiendo con los días de los derechos humanos, se ha ido conociendo en sede parlamentaria la propuesta del Gobierno asturiano de recortar aún más sus partidas de cooperación, que ya el año pasado mermaron de 13 a 5,7 millones, (y que al parecer en la propuesta inicial del Psoe estaban apenas en 1,5 millones y el pacto presupuestario con IU la elevó 4 veces sobre la ridícula cifra de inicio).
En la versión del gobierno la nueva reducción es del 15 %, en versión de la coordinadora de ONG en su intervención en el parlamento, es del 20%. Un millón cien mil menos que el año anterior.
La ley asturiana de cooperación, en cualquier caso, indica que al menos debe ser del 0,7 de los recursos propios, y esa ley en sí misma ya era restrictiva en la aplicación del cero-siete, que en buena sintonia con la ONU debiera medirse en relación con el total presupuestario.
En territorio vasco las alianzas de ONG convocaron estos días movilizaciones de rechazo por la insuficiente cantidad designada para cooperación, (en presupuesto acordado por PNV-PP-PSOE) que no cumple con el objetivo del 0,7. Sin embargo en esa Comunidad el presupuesto en verdad sube de 32 a 35 millones. Y es razonable que las ONG señalen el objetivo incumplido, pese a la subida.
¿Qué tiene la gente vasca que no tenga la asturiana? ¿Cómo puede ser su cooperación 7 veces superior a la nuestra si los presupuestos globales no tienen esa diferencia? (10.215 millones frente a 3.910).
En Asturias en cambio, ni el año anterior si en este parece que la bajada estrepitosa esté teniendo el mismo rechazo, lo que pudiera interpretarse como exceso de prevención de las ONG o una inadecuada dimensión de la necesidad de situar en sitio idoneo las reflexiones y acciones, que contrasta con las cuatro razonables y razonadas movilizaciones que se dieron contra similar desnaturalización de la cooperación en el ayto de Gijón (que tuvo además una protesta añadida de no presentación de proyectos, que bajaron de 80 a 20 presentados) . O el natural rechazo público del Consejo Local de Solidaridad a la rebaja en Siero en esta materia.
En cambio, si Oviedo, Avilés, Castrillón, Langreo y otros Aytos asturianos han mantenido las partidas elementales de cooperación, con colores diferentes en sus alcaldías, ello debiera servir de reflexión para sus señorías parlamentarias y de comprobación de que los objetivos en materia de sectores más vulnerables, los derechos humanos , sí que deben tener una prioridad que tengan reflejo directo en las cuentas.
Para el caso de Asturias, además, hay un límite que de sobrepasarse podria llevarse por delante la propia estructura de Axencia Asturiana de Cooperación. No tendría ningún sentido ese nombre y esa dependencia sin equipo, estructura y presupuesto adecuado para realizar sus funciones.
No des ideas, dicen algunas, que ya se cargaron la Procuradoría y otras instancias. Pero no son ideas, son realidades: debe ser el propio gobierno el que haga prevalecer el consenso amplio en cumplir desde el ejecutivo con el sentimiento general de la población asturiana , que es solidaria y quiere ver reflejado esos valores en los presupuestos. Lo contrario es una (otra) estafa, que amerita su denuncia.
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