Madrid, capital de la basura
Lo fue durante una semana, sucia y nauseabunda, como pudimos apreciar personalmente. Basura por todas partes, con el consabido daño y perjuicio a su castiza ciudadanía, amén de la asquerosa imagen que exportamos de la capital de España. Bueno, a nadie puede extrañar esto si la alcaldesa Botella, llena de orgullo y tontería, no está preparada ni para ser concejala del Ayuntamiento de Alcorcón. Así que, tanto ella como su marido, el de la foto de las Azores, a casita y chitón. Calladitos están mejor.
Pero hay en Madrid otra basura mucho peor, como también pudimos comprobar. Y es la existente en la Universidad popular, la Complutense, sobre todo en las Facultades de Derecho y Ciencias Políticas. No sólo es la basura desparramada por los suelos, arrojada y conservada intencionadamente, sino esa otra basura humana, politizada, que alumnos, extremistas y radicales protagonizan vandálicamente, con impunidad, agresividad y tolerancia de la autoridad académica y la autoridad gubernativa. Todo un desprestigio para la Universidad española. Una Universidad, alma máter, que en el pasado irradió cultura y saber por todos los continentes, recordando al respecto la de Salamanca, como ejemplo que fue entonces la mejor y más famosa del mundo mundial.
¿Cómo es posible que toda esta basura material y humana ensucie y desprestigie la buena imagen de la Universidad Complutense? Primero, porque algunos convierten su ideología política en un instrumento soez y agresivo contra todo aquello que no esté en su órbita subversiva y anticonstitucional. Y segundo, porque en lo que a la Universidad y enseñanza se refiere, son algunos profesores y rectores los que influyen, apoyan o permiten, tendenciosa y políticamente, ese vandalismo como el que está ocurriendo en la Universidad popular. Bueno, a nadie puede extrañar tampoco que tal cosa suceda ahora en la Complutense, cuando su rector se apellida Carrillo y sea hijo de quien es, dicho sea con el respeto debido a los que ya no están con nosotros. Sin más comentarios.
Y el feliz presidente Rajoy, impasible, tolerante y mirando para otro lado, despreocupado, durmiendo sobre los laureles de su segundo año de mandato. Faltan otros dos años para saber si nos vamos o no al carajo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo