Carta abierta al Club Alcázar de Sama
Cansados de intentar comprender lo incomprensible y razonar lo razonable ante todas las instancias posibles, nos decidimos a poner en conocimiento de la opinión pública las prácticas llevadas a cabo por algunos clubes deportivos autodefinidos como fomentadores del fútbol base, pero que a tenor de los acontecimientos están más en consonancia con procedimientos mafiosos que con la ética, la lógica o con todo loo que tenga que ver con el fútbol amateur. Por supuesto, no todos pueden ser puestos en el mismo saco por lo que nos vemos obligados a dar el nombre de la entidad que los realiza. Hablamos por un lado del Alcázar de Sama y por otro de deportistas menores de edad (15-16) años cuya única ilusión es jugar para empezar a soñar... hasta que llega alguien para cortarles las alas esgrimiendo vagas nociones de estrategia... ¿Y todo por qué? Porque los chavales son de Mieres y como residen ahí y empiezan primero de bachiller deciden entrenar y jugar aquí porque de esa manera pueden compaginar mucho mejor sus estudios y normal, para quedarse tienen que cambiar de equipo, así que desde los clubes donde van a ir se solicita al Alcázar que les tramite la baja de los jugadores y éste se niega aduciendo que son importantes (solo ellos, porque hay constancia de otros jugadores a los que se les deja ir sin problemas y que además tienen sus derechos durante tres temporadas (hablamos de niños). Se va dialogar con el presidente del Alcázar, con la Federación Asturiana de Fútbol, con personas del entorno para que intercedan por ellos. Se intenta apelar al sentido común y la única respuesta del Alcázar ha sido mandarles sendas cartas certificadas por la que se les conmina a regresar o sino serán declarados en rebeldía. ¿Qué les van a hacer ahora? ¿Enviarles un inspector del club para que se los lleve a entrenar? ¿Condenarlos a que abandonen el fútbol por no dar el brazo a torcer? ¿Ejecutar la retención de tres años para que no pueda haber nadie que se los lleva? Señores, estamos hablando del fútbol base y de menores de edad. ¿No se dan cuenta que pueden amargarles la vida y los sueños de unos chavales de 16 años cuya única ilusión es hacer lo que les gusta? ¿Y todo en aras de qué? ¿Quién es el importante aquí? ¿Oué razones hay para el empecinamiento? ¿Cómo es posible hacerles una ficha por tres temporadas sin explicárselo ni a ellos ni a sus progenitores y venir después diciendo que no se pueden ir porque son importantes? Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas. Si es que en realidad os importan, dejarles volar, permitirles que hagan lo que más quieren, no lo que más os convenga a vosotros.
Juan Muñoz Suárez y María José de Blas García
padre de unos los jugadores afectados y madre de otro jugador afectado
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