Arcelor Mittal y sus sindicatos
Escribo estas líneas con la esperanza de que alguien las lea y tal vez se preocupe de la situación de algunas personas que, sin merecerlo, estamos pasando verdaderas dificultades.
Hace más de un año, pasamos las pruebas de ingreso en la plantilla de Arcelor Mittal. Nos integramos en la plantilla como eventuales para verano, bajas y relevo de jubilaciones y con la esperanza de formar parte de un futuro cercano de la empresa como por exámen e ingreso nos correspondía.
Lamentablemente debimos asumir nuestra salida debido a la reducción de personal motivada por la crisis. Lo entendimos y nos mandaron al paro. Después nos comentan que este año no quieren contratar gente en el verano, y seguimos en el paro. Pero ya la gota que colma el vaso es que ahora, trabajadores ajenos a la empresa, de contratas auxiliares, vayan a ocupar los contratos de relevo que por ley y justicia nos corresponden, todo ello bajo el silencio y complicidad de nuestros propios sindicatos. Personalmente defiendo la entrada en plantilla de estas personas, es justo, digno y hora iba siendo, lo incomprensible, lo que jamás debería suceder es que teniendo en la calle, en el paro y sin cobrar subsidio a tus propios trabajadores, aceptes que otros ocupen su lugar, el cual les corresponde por derecho legítimo, cualificación y examen. Alegan todo tipo de excusas por parte de los sindicatos, pero la realidad es que independientemente del puesto que esas personas ocupen, el contrato es nuestro.
Y así lo sufrimos, desde la barrera, impotentes por no estar representados por nadie, hundidos económicamente y sin poder acudir a nadie.
Casi un año buscando empleo, en la red, en esa especie de morada de cuatro que es el INEM, en todas las empresas temporales de la región, buscando fuera de Asturias. Siempre con idéntico resultado, si llegas a una entrevista personal, todo cambia cuando ven en tu vida laboral Arcelor, porque como existe la posibilidad de volver algún día, pues no interesas, y de nuevo al principio.
Ya no vemos solución, se pasa de todo por la cabeza cuando uno se ve sin empleo, con una hipoteca y cargos familiares. Pero hay que seguir, y seguimos, mientras vemos como de nuevo los que deberían defendernos, políticos, sindicatos y demás, nos miran con indiferencia y nos dejan a un lado como apestados, simplemente porque en su día tomamos la decisión de pertenecer a una plantilla con futuro y que hoy nos deja sin él.
Gracias por su tiempo y acoger estas palabras, es en buena parte un desahogo. Espero no haber ofendido a nadie con ellas, especialmente a la gente de contratas que merecen todo y más, pero como comentaba que no sea a costa de otros.
No sé si mi nombre y apellidos figurará en la carta, desearía que no, porque si es así seguro que si ya tenía pocas esperanzas no tendré ninguna en el futuro, porque si algo hay que se castigue en España, es decir la verdad si eso afecta a un sindicato.
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