Hablemos claro
Nos toca vivir tiempos en los que unos pocos intentan convencernos de que lo que importa es la opinión publicada o impresa frente a la verdad. Las reiteradas salidas de tono de los tránsfugas de Siero merecen poca atención, pero, a veces, hay que dejar claro que quien calla no otorga. En este caso deberíamos aplicar el refrán de a palabras necias, oídos sordos.
De todos es conocido el continuo intento de Luis Vázquez y sus acólitos (cada vez menos, ahora sólo le quedan dos) de que su voz no deje de oírse. Para ello recurre a cuantas ocurrencias le parecen oportunas. En el fondo se trata de que se le siga considerando un elemento de la vida pública, de que se olviden sus permanentes cambios de postura que sólo obedecen a mantener su ego.
Emplea argumentos que sabe falaces. Él debería saber que cuando habla del Partido Popular lo está haciendo de un partido que tiene un programa eficaz, que resuelve los problemas de los asturianos y de los españoles. Un partido que en un tiempo récord ha reconducido una situación económica insostenible hacia un camino de crecimiento y esperanza. Un partido que ha logrado que España recupere el respeto y prestigio internacional.
Subtítulo: Réplica del PP a los tránsfugas de Siero
Destacado: Es imposible explicar a un egocéntrico el significado de palabras como ética, trabajo en equipo y altruismo
En su intento de mantenerse visible trata de ponerse a un nivel que nadie le reconoce y que todos saben que nunca tendrá. Se dirige a la presidenta del Partido Popular de Asturias. De ella conocemos su permanente dedicación y trabajo en beneficio de Asturias y los asturianos. Una persona infatigable y con las ideas y las acciones claras y firmes. Vázquez trata de que se le considere a la misma altura. Ni tiene argumentos ni validez política para hacerlo.
Por si esto no fuera suficiente vuelve, una y otra vez, a recurrir a la comparación para justificar sus impresentables actitudes. Olvida que su expulsión del Partido Popular fue motivada por su rastrera actuación. Una actuación planificada con alevosía y, como todas las suyas, cobarde. Es mentira cuando afirma que su traición a los votantes del PP se hizo por mayoría. Simplemente ordenó a sus cómplices lo que tenían que hacer y dejó al margen a quienes sabía que nunca apoyarían su ambición. No sorprende a nadie que sepa de sus continuos cambios de chaqueta en función de quién le pueda ayudar.
Por último recurre al dicho popular de difama que algo queda. Pide, sin ninguna autoridad, explicaciones sobre las retribuciones de ciertas personas. Lo hace a sabiendas de que no existen. Y digo a sabiendas pues él perteneció a nuestra Junta Local y es conocedor de que la presidencia no es retribuida en el Partido Popular de Siero. Aquí voy a personalizar y, así, dejar zanjado este asunto. Yo, Beatriz Polledo, no percibo retribución ni compensación económica alguna por mi dedicación al Partido Popular. Como Vázquez sabe, lo que no existe no se puede demostrar y, por lo tanto, lo único que está intentando (sin conseguirlo) es sembrar la duda. Tampoco nuestra presidenta regional, Mercedes Fernández, recibe remuneración alguna del partido. Su sueldo es el correspondiente a su trabajo como diputada y portavoz del Grupo parlamentario Popular en la Junta General del Principado, un hecho que puede comprobarse, muy fácilmente, en su declaración de bienes, de acceso público en la página web del Parlamento asturiano.
Vázquez considera que todos somos como él y es incapaz de entender que en el Partido Popular sólo nos mueve el interés de los sierenses y ayudar con nuestro trabajo y dedicación permanente a mejorar el concejo. Es imposible explicar a un egocéntrico el significado de palabras como ética, trabajo en equipo y altruismo.
Beatriz Polledo Enríquez. Partido Popular de Siero.
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