El Papa Francisco nos escribe a todos
El Papa Francisco me conquistó con su figura serena y paternal nada más oír sus primeras palabras desde el balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro el pasado 13 de marzo.
No fui la única. Desde entonces son muchos, católicos o no, los que se sienten atraídos por sus gestos cercanos, sus arriesgados mensajes, sus llamadas telefónicas directas, su compromiso con los que sufren hambre, soledad o exclusión social... Dos revistas tan dispares como «Time» y «The Advocate» lo han nombrado «personaje del año».
Pues bien, este hombre, el Vicecristo en la Tierra y representante de 1.214 millones de católicos, acaba de escribir su primera Exhortación Apostólica sobre «El anuncio del Evangelio en el mundo actual». Me hice con un ejemplar a los pocos días de salir. Me interesaba leerla de primera mano, familiarizarme con el discurso del Papa Francisco.
Subtítulo: Una Exhortación Apostólica contundente y esperanzadora
Destacado: Ahora que estrenamos año, que tenemos frescos tantos brindis y deseos de mejora, nada mejor que dejarnos alumbrar por esa luz clara y acogedora que llega, sin titubeos, desde Roma
Con sólo hojearla ya me di cuenta de que estaba ante un mensaje contundente, abierto, programático, esperanzador: 288 puntos concretos y fáciles de leer. Aún no la terminé, pero os la recomiendo.
Dirige el Papa esta Exhortación a los obispos y los sacerdotes (que seguro ya se la han leído, viendo en sus líneas planes de futuro), pero también a todos los bautizados. En concreto, de los números 52 al 60, al hablar de «Algunos desafíos del mundo actual», quiere llegar con voz directa y clara a los gobernantes, empresarios, dirigentes políticos y financieros. «¡El dinero debe servir y no gobernar!», dice. «El Papa ama a todos, ricos y pobres», continúa, «pero tiene la obligación en nombre de Cristo de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos... Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano».
Su pluma no se encoge y continúa firme: «Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca».
La solución también la apunta el Papa Francisco en dicha Exhortación: «La ética –una ética no ideologizada– permite crear un equilibrio y un orden social más humanos. En definitiva, la ética lleva a un Dios que espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado».
Ahora que estrenamos año, que tenemos frescos tantos brindis y deseos de mejora, nada mejor que dejarnos alumbrar por esa luz clara y acogedora que llega, sin titubeos, desde Roma. Para este 2014 un reto por delante: «¡Hoy, más que nunca, es preciso ahogar el mal con el bien!». Cada uno desde su realidad profesional, social, ciudadana… Para ello no hace falta ser creyente, (que no está nada mal), basta con ser buena persona.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo