La Nueva España » Cartas de los lectores » La crisis del pardillo

La crisis del pardillo

7 de Agosto del 2009 - Noel Álvarez Maciñeiras (Oviedo)

Es de dominio general que la crisis inmobiliaria ha afectado a muchos sectores de la economía, pero con verdadera crudeza a aquellos directamente relacionados con la construcción, provocando en estas empresas toda una serie de medidas de choque, como recortes salariales o expedientes de regulación de personal y, en el peor de los casos, la quiebra y todos los procesos que se derivan de ella. Dentro de este contexto, ya de por si descorazonador, se dan situaciones poco menos que aberrantes que desvirtúan el sentido más humano del trabajo y desmotivan al trabajador más optimista.

Es el caso de una empresa de Gijón que ofrece soluciones para la construcción y las obras públicas. Los dieciocho trabajadores que quedan se enfrentan a un futuro muy incierto, ya que las ventas han caído drásticamente y se les acaba de anunciar una medida paliativa consistente en un recorte salarial del quince por ciento sin reducción de la jornada laboral ni contraprestación alguna. Para que el lector disponga de más elementos de juicio, estamos hablando de una empresa en la que el salario medio bruto mensual de los trabajadores es de 1.000 euros con las pagas extras incluidas y una jornada laboral de no menos de nueve horas y media diarias.

La caída de la facturación de los últimos meses se ha visto, además, agravada por una gran inversión fracasada, fruto de una mala gestión y un insuficiente estudio de la situación por parte de su cúpula directiva, y que, naturalmente, no fue fruto del consenso ni contó con la opinión de los trabajadores.

Mientras estos trabajadores ya se enfrentan a la pesadilla de cobrar tarde y mal, ya que muchos tienen que mantener a sus familias y pagar sus hipotecas, esta empresa tiene en su gerencia a dos jefes de dudosa capacidad directiva cuyos salarios mensuales son de más de 6.000 euros para el director gerente y más de 4.000 para la persona encargada de la dirección financiera (esta última con pagas extraordinarias aparte, lo cual le supone encontrarse en los meses correspondientes con cerca de los 9.000 euros).

La pregunta es inmediata y obligada... ¿de qué crisis estamos hablando?, ¿la del ladrillo?, ¿de la crisis hipotecaria?, ¿quizá de la crisis del modelo productivo?... yo más bien diría que se trata de una subcrisis de nuevo cuño: la crisis del pardillo.

Estamos ante una situación y una práctica de tal punto indecente y de una desfachatez de proporciones tan colosales que no se encuentran, por más que se busquen, justificaciones posibles para retribuciones tan desmedidas en una situación tan precaria como la que atraviesa esta empresa. Como es obvio, este tipo de debate no se produce abiertamente en el lugar de trabajo, ya que el miedo a perder el empleo es siempre una baza ganadora para la dirección. En un mundo ideal debería existir una legislación al respecto que no permitiera estas injusticias en situaciones como la expuesta, por más que hablemos de entidades privadas.

Porque al final, fuera de tópicos y consideraciones ideológicas, siempre pagan los mismos. Es una realidad, la realidad de la hipocresía y la doble moral de un sector de la sociedad.

Desgraciadamente, hay mucho iluminado que no cuida al capital humano de su empresa, verdadero motor y base de todo el entramado empresarial. Gente que no merece ni de lejos el sueldo que tiene, en algunos casos, asignado por ellos mismos. Nóminas vergonzosas que ojalá les pesen como losas, como lápidas que sellen su tumba de hipocresía y opulencia, de miseria y vacío existencial.

Cartas

Número de cartas: 45133

Número de cartas en Abril: 149

Tribunas

Número de tribunas: 2037

Número de tribunas en Abril: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador