El fútbol: religión para unos, interés para otros
Que el fútbol es el deporte rey en el mundo entero está más claro que el agua. Que el fútbol genera dinero está mucho más claro aún, pero la forma en la que se genera, ¿está clara? Que la liga española, la liga de fútbol profesional o la llamada Liga BBVA, es la mejor liga del mundo no está tan claro. Vivimos en un mundo en el que aproximadamente 270 millones de personas en el mundo están activamente involucradas en el fútbol, incluyendo a futbolistas, árbitros y directivos. De éstos, 265 millones juegan al fútbol regularmente de manera profesional, semiprofesional o amateur, considerando tanto a hombres, mujeres, jóvenes y niños. Estas cifras están escritas, sin contar el número de aficionados que siguen el fútbol desde sus casas o mismamente desde las gradas, lo cual aumenta el número en un porcentaje muy pero que muy alto. Estos números yo creo que demuestran lo que da el fútbol: diversión y salud, entre otras cosas, pero lo que da, sobre todo, es dinero.
El fichaje más caro de la historia fue el traspaso que se produjo entre el Manchester United y el Real Madrid por Cristiano Ronaldo. Costó 96 millones de euros en el año 2009. En esa época, España estaba sometida a una gran crisis desde el año anterior (2008). Año 2013, España atraviesa peores momentos que en 2009 y el Real Madrid paga 91 millones de euros al Tottenham Hotspur por Gareth Bale. Y yo me pregunto: ¿vale la pena pagar esas cantidades desmesuradas? Es cierto que los clubes, en la mayoría de los casos, son entidades o empresas privadas y pueden hacer con su dinero lo que les venga en gana, pero ¿le hará la misma gracia a los millones de personas que lo están pasando verdaderamente mal ver esas noticias de fichajes que salen en las secciones de deportes de los periódicos? Y en muchísimos casos esas personas que lo están pasando mal son propios aficionados de ese club.
Otro asunto que preocupa y que es de interés económico es el tema de los horarios. Por ejemplo, en ligas europeas como la inglesa dejan establecidos los horarios de todos los partidos antes de comenzar la competición, de forma que tanto los clubes como los aficionados son capaces de organizarse sin perjuicio para nadie. Si por algún motivo se tienen que cambiar, lo hacen, pero con la suficiente antelación como para que se eviten los problemas. En cambio, nuestro país, España, es donde las televisiones tienen más poder que los propios clubes, en donde no se piensa más que en el bolsillo de cuatro dirigentes, mientras que los que ponemos el dinero somos los que menos tenemos que decir. Lo peor es que son los propios clubes los que permiten esto, los que se supone que tienen que defender sus intereses y los de sus aficionados son los que han firmado el reparto de los derechos de esta forma.
Por último, yo, aficionado del Real Oviedo, quiero dejar claro mi total desacuerdo con el fútbol moderno, que más que fútbol es mercado. Y quiero mostrar, también, mi apoyo a la lucha por que el fútbol sea de los aficionados y de nadie más.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo