Picaresca empresarial
Me consta que algunos centros comerciales, al menos en Madrid, están haciendo pruebas con el fin de instalar cajas de pago automáticas, o sea, sin personal. ¿Somos conscientes, si esto llega a implantarse, del daño que puede hacerse a la plantilla femenina que hasta ahora viene ocupando el puesto de cajera? Primero, porque nosotros consumidores, hacemos el trabajo abonando el mismo importe de los productos adquiridos y, segundo, por los puestos de trabajo que se van a destruir.
Desde hace tiempo, ya lo estamos viendo en muchas gasolineras de nuestro país: hemos aceptado servirnos nosotros mismos el combustible sin rebaja alguna de precio. Y con un empleado por gasolinera tienen suficiente. Recuerdo que viviendo en Bruselas, hace ya bastantes años, había gasolineras en autoservicio donde el precio era más económico; por tanto, podías elegir entre estas y las que estaban regidas por empleados a los precios normales de mercado. Pero, en el primer caso, el cliente tenía un provecho personal aunque se manchara las manos.
Otro ejemplo: actualmente diversas compañías de seguros, eléctricas, telefónicas, incluso bancos, que está proponiendo que solicitemos la factura del consumo o recibos de las operaciones, electrónicamente. Pues bien, estas empresas obviamente ahorran mucho dinero al no emitir papeles y prescindir del correo postal, así como por la supresión de empleados que ello entraña.
En nuestro país siempre pierden los mismos. Estemos pues sobre aviso y digamos un rotundo no a estas innovaciones sin beneficios particulares, antes de que sea demasiado tarde.
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