En recuerdo de Joaquín Fernández Fernández
Ya te fuiste, compañero y amigo Joaquín; pero, ¿quién fue Joaquín? Joaquín nació en el pueblo de Polio (Mieres) en 1915. Trabajó la tierra. Muy pronto comenzó a trabajar en la mina, pero las circunstancias sociopolíticas que comenzaron a surgir en esos años de comienzo del siglo pasado le fueron marcando su camino para definirse social y políticamente junto a sus compañeros mineros. Se afilió a las asociaciones sindicales-políticas, siendo uno más de los que muy pronto tuvieron que intervenir en los acontecimientos que comenzaban a surgir: la Revolución de Octubre (1934) y la Guerra Civil (1936). Fueron años de una intensa lucha, pero esto no sería lo peor, porque las consecuencias de la guerra habían quedado en el pueblo y los vencedores de aquel dramático conflicto no perdonaron, y Joaquín se vio empujado a defenderse junto con otros muchos compañeros que lo mismo que él comenzaron a ser perseguidos. Sus vidas estaban constantemente en peligro, dando lugar a la formación de los primeros grupos guerrilleros de Asturias. Alguien escribió «que este hombre era el último de aquellos grupos guerrilleros», pero eso no es cierto, todavía en Asturias quedan hombres de aquella terrible lucha guerrillera como son: Sidoro Suárez, del Condado, hermano de Pin, que fue muerto en la emboscada del 27 de enero de 1948 en el Grupo de Monte Coya, que comandaba el guerrillero Onofre García Ulibelarrea, de Sotrondio; José Antonio Zapico, de Soto de Lorío (Laviana), y Felipe Matarranz González, de La Franca, todos ellos supervivientes de aquel infierno de lucha, miseria, traiciones, muerte y todo lo peor que pueda quedar en el rescoldo de los odios más encendidos que se van generando como consecuencia de las envidias, del «tú me matas y yo te mato»... Todas estas circunstancias que se suceden en el pueblo las tienes que vivir, tienes que participar activamente en estos dramáticos acontecimientos que tuvieron que soportar enlaces, puntos de apoyo y la guerrilla. Sólo de esta forma, habiendo sido testigo de todos estos avatares, hoy puedes relatar con sosiego todo lo que este pueblo vivió a lo largo de aquellos quince años de aquella lucha sin tregua ni compasión por ninguna de las partes enfrentadas.
Conocí a Joaquín hace ya muchos años, por mediación de su sobrino Aquilino Fernández. Era un comunista, sin dobleces, se le apreciaba su temple para la lucha, jamás se alteraba. Era prudente y respetuoso con los demás. Sin duda, era un «gran tipo». Llegamos a un conocimiento pleno de nuestra forma de ser y estar, muy pronto se afilió a la Asociación Monumento de La Colladiella, que me cabe el honor de presidir, y en 2013 fue propuesto por la ejecutiva para concederle el galardón que cada año se entrega a aquellos/as compañeros/as para que sea reconocida su lucha en defensa de la Libertad y la Paz. Dicho reconocimiento a Joaquín la ejecutiva supo tenérselo en cuenta.
En nuestra memoria quedas, Joaquín, por ser como fuiste.
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