Sobre la destitución de la gerente del Sespa
No deja de asombrarme (aunque a estas alturas de la vida debería estar curada de espantos) que la decisión del señor consejero de Sanidad de cesar a la señora gerente del Sespa sea sometida a juicio sumarísimo cuando aquél no ha hecho más que hacer uso de una facultad que le atribuyen las leyes aprobadas por el Parlamento regional (designar y cesar libremente a su equipo directivo). La señora gerente del Sespa es uno de esos cargos denominados de confianza y libre designación.
Si el Consejero entiende necesario, quiero suponer que para mejorar la gestión de las competencias que tiene asignadas y para cumplir las obligaciones correspondientes a su cargo, que hay otros profesionales que tienen un perfil más adecuado, está en su derecho a elegirlos.
La situación de la sanidad pública es, en estos momentos, especialmente difícil y compleja. La falta de recursos económicos suficientes para atender óptimamente la cobertura de las necesidades sanitarias de la población y la necesidad de hacer frente y resistencia ante la constante y contumaz presión externa para abocar a la sanidad pública, patrimonio de todos, a un modelo de privatización exigen a los gestores de nuestra sanidad una cualificación, entrega y dedicación excepcionales. Si en este panorama incluimos el objetivo de culminar la empresa de abrir en el menor tiempo posible y de la forma más eficaz y eficiente dos equipamientos sanitarios, el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias y el Hospital de Mieres, que además de situarnos en la vanguardia hospitalaria supondrán un gran salto cualitativo en la mejora de la atención de la salud de los asturianos y las asturianas, bien está que el Consejero intente tener el mejor equipo profesional para llegar a buen fin.
Cuando leo las críticas y las sospechas que se vierten sobre la decisión del Consejero de cesar a la gerente del Sespa me doy cuenta de la constante paradoja en la que se mueve el mundo de la política. Se critica que tozudamente se mantengan cargos públicos sobre los que se comprueba su falta de adecuación al puesto asignado y, curiosamente, también se critican sus ceses.
Por otro lado, mal se puede admitir la velada denuncia que se ha hecho sobre la existencia de una supuesta discriminación por razón de género en el cese de la gerente cuando ésta no existió en el momento de su nombramiento.
Por último, no puedo dejar de decir que dudo mucho que, como se ha dicho, la señora Valenciano y la secretaria de igualdad del PSOE hayan pedido explicaciones sobre la que estoy segura reflexionada y argumentada decisión adoptada por el Consejero, entre otras razones porque ni sería de recibo ni me parece que sea su estilo.
Ya está bien de buscar conspiraciones detrás de cada decisión que se toma.
Delia Losa Carballido, militante del PSOE y miembro de la Asociación de Mujeres Progresistas, Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo