El turismo que no viene
Es el hombre quien ensancha el camino, no el camino el que ensancha al hombre. Este aserto de Confucio me sale según leo la noticia -y percibo su tratamiento- publicada en este diario sobre el turismo extranjero que en la región cayó en el último ejercicio. ¿Por qué será que no me extraña nada? Adelanto que conozco el asunto lo bastante y estuve involucrado tan hasta el fondo como para atreverme a decir y sostener ante quien valga lo que a continuación expreso.
Supongamos que mañana mismo amanece Asturias con tres aeropuertos y doscientos cincuenta aviones diarios de variada procedencia. ¿Saben cuánto aumentaría el turismo? Significativamente algo parecido a cero. Vayamos por partes.
Los sucesivos responsables de turismo de la región, alcaldes, consejeros de toda índole y otras hierbas, al menos los que yo padecí, han hecho poco más que fotografiarse con los propietarios de estrellas Michelín y asistir a ágapes a colgar medallas. En su nube desestructurada obviaron algo fundamental; que no todos pueden ser número uno pero todos los números son necesarios. Ninguno dijo esta boca es mía cuando, en tiempos de bonanza, todo lo que les pasaban ante sus narices era la aberrante repetición del modelo Mediterráneo, es decir; ligar el proceso turístico al ladrillo especulativo. Ni uno solo tuvo la grandeza ni la imaginación para implantar y desarrollar estilos turísticos más apropiados a los tiempos que corren, Asturias y, en general, a la Cornisa Norte.
Es cierto que hubo partidas económicas bien intencionadas que miraban en ese sentido, pero la ausencia de un plan serio, coordinado y atendido por verdaderos conocedores malbarató esos recursos de una manera dispersa e ineficaz.
No se dejen engañar, el número de visitantes no se pierde con unos metros de más o de menos en la pista de aterrizaje. Desaparece mucho antes, en el concepto obsoleto y arcaico que se tiene al respecto de la hermana fea de las consejerías y concejalías a repartir. También en una muy baja calidad general de los hosteleros, presos asimismo de una estrechez de miras pasmosa, respirando por la herida y escasamente interesados en aprender de los referentes mundiales que en los que deberíamos mirarnos.
No creo equivocarme mucho si afirmo que pocas veces un potencial tan grande como el asturiano fue tan generosa y atrozmente desperdiciado. He viajado lo bastante como para constatarlo. El aliento que necesita no va a llegar con obras faraónicas de túneles, aeropistas y circunvalaciones, es algo mucho más interno, lejos de costosas inversiones económicas y medioambientales, sí, aunque alguno no lo crea, aunque para alcanzar esa verdad antes hay que conquistar el conocimiento y comprender lo que Asturias tiene y puede dar y lo que las estadísticas gritan cada día que el mundo está dispuesto a pagar. Mientras tanto echemos la culpa al empedrado; unos pueden seguir invirtiendo en cemento y otros reclamando ayudas, hasta el infinito...y mucho más allá.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo