«Adiós, Chema»
El día que se instaure un premio a la persona más trabajadora se debería llamar premio «Don José María Cipriano Méndez, “Chema”». El día que se instaure al más honrado se debería llamar premio «Don José María Cipriano Méndez, “Chema”». El día que se instaure al más fiel a su empresa se llamaría premio «Don José María Cipriano Méndez, “Chema”». En fin, son muchos los premios a los que se debería poner tu nombre, como al mejor padre (siete hijos lo pueden confirmar), al mejor compañero (aunque alguno no entendiera que mirar por la empresa era mirar por su puesto de trabajo).
Eras el primero en entrar, eras el último en salir, las horas de trabajo para ti eran sagradas y los días... para tú faltar al trabajo debería de haber una hecatombe o tú estar con medio pie donde ahora por desgracia estás.
Por todo ello, te doy las gracias a la vez que me siento un privilegiado por haber tenido el empleado más trabajador (falta hacían muchos como tú), el más honrado, el más fiel, el mejor compañero (para mí es lo que eras), el mejor amigo (pues por eso te tenía) y el mejor padre para sus hijos (ellos lo saben).
En fin, Chema (para mí, Chemina), que sepas que, aunque últimamente te tuve un poco olvidado, estabas en mi mente a cada momento, y si no estuve más a menudo contigo es porque en el taller no tenía a Chema para solucionarme los problemas y entonces tenía que estar yo.
De todas formas, nunca me perdonaré no haber podido compensarte con mi presencia en los últimos tiempos todo lo que tú nos diste con la tuya en los años que trabajaste con nosotros, pero bueno... sé que estuviste bien acompañado por tus hijos y, sobre todo, por tus nietos, que te adoraban.
Aún recuerdo la poca gracia que te hacía, no sé por qué, cuando algún compañero te llamaba por tu segundo nombre, Cipriano, que pocos lo sabían, y tú les decías: «¡Me llamó José María!». O las broncas que tenías con El Gallegu (que ahora verás allá arriba) cuando te marchaba con la herramienta y te la dejaba después tirada por cualquier sitio.
Por todo ello, sólo te puedo decir: «¡Gracias, Chemina!».
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo