Abuelos extraordinarios
De vez en cuando aparece en alguna revista, últimamente en el «Magazine» del 19 de abril de 2009, en una sección de «Los lectores tienen la palabra», algo sobre el elogio de la madurez vital tratando de «jóvenes extraordinarios». Y yo entonces me pregunto, haciéndome eco de los jubilados de mi familia y de mi barrio: ¿para cuándo se trata el tema de los abuelos extraordinarios?
En este pequeño espacio o minitema se incluye un testimonio que contribuye a devolver a los padres que tenemos hijos (as) adolescentes, la ilusión y la esperanza de un futuro más feliz para ellos. Son hoy día, todavía, luchadores con iniciativa y fuerza para labrarse un porvenir.
Yo mismo pediría que se les diera más protagonismo a estos abuelos.
Vivimos en el seno de una sociedad que los aparca, olvidando lo que nos dieron. A mí me gustaría que hubiese con más frecuencia un sitio para ellos.
Los que hemos vivido –o más bien convivido– con nuestros abuelos guardamos recuerdos entrañables y especiales que nos dan fuerza para hacernos ver que con su esfuerzo podemos llegar a la meta que nos propusimos cuando éramos jóvenes o adolescentes.
Mis abuelos, dentro de poco, ¡qué tristeza! ya no estarán, pero siempre seguirán presentes en todos los momentos de nuestra vida.
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