Carta de aniversario a mi madre
Aunque me parezca mentira, ya hace un año que te fuiste y yo sigo sin hacerme a la idea de que no estás. Quiero decirte que para mí la vida nunca será igual.
Tú, mamina, eras mi guía, mi luz, mi alegría, pero cuando llegó la tan fatídica enfermedad te hundiste y tu único deseo era descansar para siempre. Con la rehabilitación recobraste un poco la ilusión y una vez más demostraste lo valiente y luchadora que eras pues sacabas fuerzas de donde podías, la vida nunca te perdonó nada, y a pesar de mi empeño en hacértela lo más agradable posible (no sé si lo conseguí), pues las circunstancias no eran muy favorables que digamos.
Te pido perdón por lo que tantas veces me pediste y yo desde mi cobardía no fui capaz de hacer; hoy sabiendo lo que sé lo hubiera hecho. El 2013 lo tendré grabado como el peor año de mi vida, pero estás en mi corazón y lo estarás mientras viva.
Como madre fuiste la mejor; como mujer, extraordinaria, y como persona, maravillosa.
Yo seguiré añorándote, echándote de menos y queriéndote, aunque, eso sí, con la certeza de que por fin descansas en tu merecida paz. Tu hija, Consue.
Consolación García Vidal
Oviedo
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