Señor Zapatero... la democracia no es compatible con el hambre
Pues si señor presidente: la democracia que tanto pregona usted de ninguna manera puede ser compatible con el hambre.
Para que en una nación la democracia brille con luz propia, sería necesario, que su riqueza se repartiera más equitativamente y no que un sector de la población se quede con la mayor parte de la riqueza nacional (políticos, banqueros, altos ejecutivos y un largo etcétera) y al otro sector, de la riqueza aludida anteriormente no le corrresponda nada más que las miajas o "calderilla" por expresarlo de alguna manera. Esto no es democracia señor Zapatero, yo lo llamaría abuso de poder.
Veamos señor Zapatero: ya con don José María Aznar España iba "viento en popa" (la cantinela era, España va bien, pero nunca nos ha dicho para quién o quiénes iba bien) con usted parece ser que hay otro tanto de lo mismo, ya le oí más de una docena de veces decir que ustedes habían subido las pensiones una barbaridad y yo, señor Zapatero, sin micrófono alguno le digo que es todo fruto de su mente o la de este montón de consejeros (aproximadamente 70, corríjame si no es así) que tiene y que tan mal le aconsejan ya que no se puede decir que tenga usted muchos "aciertos" como gobernante.
¿Quiere un ejemplo? Mire usted: la señora Elo.... (disculpe que no refleje el nombre completo ya que no tengo autorización para ello) anteriormente a la "gran subida" su pensión de viudedad era de 528 euros, en el momento actual su pensión es de 560 euros (la gran subida asciende a 32 euros) y con ese dinero tiene que vivir la señora y su hija treintañera que no sale del paro ni haciéndole una ofrenda a la Virgen del Pilar.
Pero, señor presidente, para que usted vea que la España que usted gobierna no va ni mucho menos bien aun con esas "enormes subidas de pensiones" le transcribo dos párrafos (sólo dos) de una carta que me ha enviado Cruz Roja Española puesto que soy socio de la misma.
Primer párrafo: dice así, cincuenta millones de kilos de alimentos paliarán la situación de los más necesitados en nuestro país. ¡En nuestro país señor presidente! no estamos hablando de países del Tercer Mundo.
Segundo párrafo: Cruz Roja Española está notando mas afluencia de personas que solicitan ayuda a la organización. O sea, ¿para dónde caminamos? Si añadimos a esto cuatro millones de personas en el paro (esperemos que don Mariano Rajoy no acierte en su vaticinio y no sean cinco, un año más tarde) dígame usted señor presidente si ¿cuando se pone ante un micrófono hablando con la euforia que a su señoría le es muy peculiar nosotros los/as oyentes debemos tranquilizarnos y pensar que en España todo va bien y el hambre pasó a la historia?
No señor Zapatero, la "cosas" no es como usted pretende "vendérnosla" ya que la realidad es mucho más amarga y en nuestra nación hay mucha más hambre de la deseada y no va todo también como usted dice. Mire usted una más, el secretario general de Cáritas dice (La Nueva España, jueves 25-06-2009) esta organización recibió 600.000 peticiones de ayuda, la cifra más alta de los últimos cuarenta años. Señor presidente, ¿se vanagloria usted de que la España que usted gobierna va bien?
De acuerdo hay crisis, pero para los de siempre señor Zapatero o ¿es que los ricos también pasan hambre? ¿También se aprietan el cinturón cmoo nosotros? menos mal señor Zapatero que por lo menos no se apuntan al paro; bueno... esperemos que no.
Señor presidente: siento verdadera vergüenza ajena pensando en la cantidad de seres humanos que mueren de hambre y de mil calamidades dentro y fuera de nuestra región y que en mi querida España se paguen casi cien millones de euros por un individuo que juega al fútbol.
¿Los traducimos a las antiguas pesetas señor presidente? ¿Cómo se arreglaría ese individuo (y otros como él) si médicos, ingenieros, pescadores, albañiles, agricultores, transportistas, mineros y un largísimo etcétera abandonaran su trabajo y se fueran a ociar a sus casitas? Posiblemente él y los que les pagan esas desmesuradas cantidades de dinero tendrían que jugar con pelotas de trapo. Nada más, saludos cordiales para todas las personas de buena voluntad.
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