Te llamaré Ada

27 de Febrero del 2014 - Enrique Álvarez-Santullano Fontaneda (Oviedo)

Abriste un párpado el pasado viernes por la mañana y antes de que te diera tiempo a abrir el otro ya tuviste la común certeza de que no sabrías dónde estabas. Es una sensación familiar, nada extraño pensaste, pero al abrir el otro seguías igual de desorientada. Pronto reconociste, por la sobria blancura de las paredes y las sábanas, por el inconfundible olor a lejía y por los acompasados ruidos del pasillo, que estabas en un hospital. Es normal no recordar cómo has llegado hasta allí, el penúltimo destino final de lo que al día siguiente será un principio, quizás una nueva oportunidad tras un accidente. Por la ventana ves algunos edificios con frías ventanas, como la tuya, aparatos con motores llenos de polvo delante de las copas de los robles mecidos por el viento, y más atrás un paisaje de verdes colinas y casas aisladas y unidas por carreteras bajo un cielo gris que amenaza lluvia. Te resulta familiar y a la vez extraño. El problema es que ahora la habitación se ha llenado de batas blancas y caras hermosas que con una voz suave y agradable te preguntan cómo te llamas en un idioma que no es el tuyo, pero que entiendes porque lo has estudiado. Tienes hambre y no sabes qué decir. Hay que reconocer que aparecer desorientada paseando descalza por la arena de una playa de Gijón y ser encontrada por unos pescadores es un comienzo poético. Llevar escrito en la mano –y sin saber cómo, reconocer que es tu letra–: «Perdóname, te he fallado» es la puerta que abre todos los misterios y tal vez tengas miedo de encontrar la llave. Dime ¿quién no anda errático en estos tiempos? Quizás aún permanecen en tu piel restos borrosos de la tinta con que has escrito esa bonita frase. Hoy ya tienes un presente y un pasado de dos días, tal vez mejor del que todos intentan que recuerdes. Las enfermeras, los celadores, los policías y los médicos ya te resultan familiares. Todos son muy amables, puedes llamarlos por su nombre, reconoces sus voces y sus gestos, y algunos hasta te gustan. Nadie te ha echado en falta aún. Pero por si he sido yo al que has fallado, y te llamaré Ada porque no conozco a nadie con ese nombre, debes saber que ya te he perdonado.

Cartas

Número de cartas: 46110

Número de cartas en Octubre: 48

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador