Trato despectivo
Recientemente he seguido en mi entorno familiar inmediato el desarrollo de una sanción de tráfico que me ha parecido injusto, despreciativo hacia las personas y de dudosa corrección administrativa. Quiero manifestar mi opinión al respecto.
El motivo de la sanción fue la actuación sobre un vehículo parado por avería y que no había pasado la ITV correspondiente: el agente no aceptó las explicaciones que se le dieron y procedió a proponer la sanción. Hasta aquí nada que objetar, y así se explicó en el escrito de alegaciones, ya que no es obligación del agente.
Se presentó escrito de alegaciones en el que se argumentó que el vehículo no había podido pasar la ITV por causa de avería y que cuando fue abordado no estaba circulando sin más, sino que estaba en proceso de reparación, probándose (de hecho estaba averiado en ese momento), y se acompañó de una certificación del taller que así lo confirmaba. Desestimado por presunción de veracidad del agente.
Permítame, Sra. Directora Provincial de Tráfico, manifestarle públicamente mi discrepancia: no se argumentaba lo que usted responde, lo que me indica que usted ni siquiera leyó el escrito.
Se presentó recurso insistiendo sobre el tema, reclamando explícitamente su atención por si acaso había prestado poca, y advirtiendo de la posibilidad de interponer recurso contencioso administrativo: su respuesta fue doblemente frustrante. Por un lado, antes de recibir contestación al recurso se recibió requerimiento de Hacienda de la multa con recargo: ¿es que usted trasladó el asunto a Hacienda antes de contestar al recurso? Me parece de dudosa legalidad administrativa y de prejuicio o negligencia por su parte: sigo pensando que ni siquiera se leyó el recurso. ¿Por qué lo pienso? Porque posteriormente se recibió la respuesta al recurso que de nuevo ignoraba los argumentos presentados y respondía con un simple inadmisible: permítame decirle, desde la lectura que yo hago que lo que considero inadmisible es la presencia en puestos de responsabilidad de personas como usted que se comportan de manera tan despectiva respecto a los ciudadanos que pagamos su sueldo.
Doña Rosa, ha ganado usted esta batalla: tiene la fuerza de jugar con los recursos públicos y no presentaremos un contencioso porque, tal como nos ha puesto la justicia su colega Gallardón, nos costaría probablemente más que pagar la multa. Es el sino de una parte de los ciudadanos.
Paso a engrosar la lista de ciudadanos que pensamos que, con personas como usted, las fuerzas de orden más parecen actuar en misión de recaudación y acoso al ciudadano (propio de otros tiempos que recordamos aún) que servicio público democrático.
Y ya que no puedo hacer otra cosa, sí quiero al menos animar a quienes sufran situaciones parecidas a manifestar públicamente su opinión (a día de hoy no es delito) a ver si entre todos contribuimos a limpiar un poco este país que huele muy muy a podrido.
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