Señora Isabel Pérez ¿le molestan las preguntas?
Señor Gabino, por su Ayuntamiento las aguas pasan turbias, nadie quiere depurarlas, y lo que es aún peor, ya se encarga la señora Isabel Pérez-Espinosa de estancarlas y hacerlas casi fecales con sus modos y maneras de defender al mayorazgo, con frasecitas que no voy a repetir porque me quitarían sitio a lo que quiero expresar, como él «cállate nena» pero no sólo sus ataques verbales a la oposición hacen imposible sanear esas aguas, sino también sus aspavientos y ademanes llenos de ordinariez y vulgaridad, que nos recuerdan tiempos pasados.
Señor Alcalde, el río suena y suena porque ustedes lo llenan de broza, yo quiero confiar en usted, en su impoluto comportamiento; no sólo la oposición escucha el rugido de las aguas revueltas, los ciudadanos también. Se empeñan en descomponer aún más las aguas, introduciendo tales pirañas, defensores de quien según ellos mismos nada tienen que defender, pero a fe que les sientan mal las preguntas.
¿Por qué contestan usando el Pleno del Ayuntamiento como si de la cañada real se tratara? No dejando a la oposición preguntarles y sacarla de dudas. Y las dudas por malos ejemplos de otros ayuntamientos son razonables y convenientes.
«No hay pregunta indiscreta, más bien la hará inoportuna, husmeadora e imprudente la negación a contestarla, o una contestación llena de improperios a quien la realiza».
Señora Pérez Espinosa: ¿se comportaría de igual forma en su bufete privado con los clientes que como trata a quienes acuden a su oficina pública, reclamando, por ejemplo temas de Aqualia? ¿O los recibiría con una de esas salidas de tono que usa en defensa de quien le mantiene en un estatus público, que a mi entender otras personas ocuparían con más sencillez, mesura y sensatez?
Mire, señor Gabino; se empeña en seguir haciendo aguas, ahora quiere ser la austeridad personificada, y «vamos todos y nos lo creemos». Sabe muy bien que el porcentaje que aplica para el partido de Roberto Sánchez Ramos (ASCIZ), no es el mismo que se aplica a sí mismo y su partido. Para que todos nos entiendan, dele la vuelta a la tortilla y aplique el mismo porcentaje a su partido, resultado: Ciudadanos tiene un concejal, Roberto Sánchez Ramos; le quita el sueldo y el porcentaje me sale que el 100 por ciento de Ciudadanos por la Izquierda se queda sin sueldo y otros ingresos. Así, en el PP del Ayuntamiento de Oviedo se quedarían todos sin sueldo, incluidos el suyo y el de doña Isabel. ¿Cuánto nos ahorraríamos los ovetenses? Eso sí sería aplicar austeridad y no cargarle la tinta a una sola persona, que bien podríamos interpretar como venganza sumarial.
No tengo ninguna pena por Roberto Sánchez, ni por ninguno de ustedes, de los que llevan muchos años viviendo del cuento; habría que limitar el tiempo: no más de dos o tres legislaturas en los acomodos públicos, precisamente para eso; para que no ensucien por dejadez, desidia y favoritismos lo que sería un destino pleno de claridad y transparencia donde, al permanecer poco tiempo, no daría lugar a saber entresijos donde ocultar lo que tiene que estar a la vista.
Señor Gabino, insisto, confío en su honradez y en la de todos los políticos, pero cuando quieren perpetuarse en el cargo más allá de lo meramente razonable, me temo que sólo harán enturbiar aún más las aguas.
¡Váyanse! Dejen a otros de su mismo partido que también puedan aportar sus ideas e higienizar las aguas. Saben que en su sistema electoral como el actual, se pueden eternizar en el cargo, sólo es posible la alternancia si los partidos limitan a quien quiere permanecer e inmortalizarse en la poltrona. No será fácil sacarlos de ahí, pero por su bien y el de todos, por dignidad ¡váyanse! ¿Qué miedo tienen a ganarse la vida fuera de la política? Saco una conclusión, cualquiera vale para Alcalde o concejala de Aguas. Lo de vivir del cuento no es insulto a una profesión o dedicación, es haciendo referencia a quienes prolongan esa dedicación hasta que pueda interpretarse como comodidad personal.
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