La Nueva España » Cartas de los lectores » La cultura del fraude

La cultura del fraude

26 de Febrero del 2014 - José Antonio Gutiérrez Glez. (Piedras Blancas)

¿El pago va a ser con IVA o sin IVA? Esta muletilla parece que sigue muy vigente en toda España.

Cuando llega a la vivienda un llámese electricista, albañil, fontanero o el técnico de la lavadora, después de hacerlo pasar a la cocina y dejar encima de la mesa el maletín de las herramientas que porta, aun sin abrirlo, lo primero que pregunta al jefe de la casa, que es quien va a correr con los gastos de la compostura, lo que es más o menos parecido al enunciado de estas líneas. Y la respuesta se puede adivinar fácilmente: casi siempre, lo segundo.

La economía sumergida, en nuestro país, en reciente declaración facilitada por técnicos de Hacienda (Gestha), ha sido valorada en 253.000 millones de euros que se escapan cada año al control oficial. De ello, el Estado deja de ingresar 80.000 o 90.000 millones. Dicho en román paladino: se escapa al fisco uno de cada cuatro euros.

En nuestro país está instalada una especie de «cultura del fraude» que es lo que explica cierta permisividad social con la economía sumergida. Sin embargo, llama mucho la atención que el montante de esa economía oculta haya rebrotado en los años de la crisis hasta alcanzar el 24,60 por ciento del producto interior bruto.

Dicen los expertos que la subida desde el 20 por ciento se debe principalmente a la presión fiscal, a la picaresca en la contratación a tiempo parcial y, sobre todo, al paro. En este sentido, la economía sumergida crea cientos de miles de empleos que, en medio de la crisis, esquivan el hambre a muchas familias y evita que se produzca un estallido social. Es su lado positivo.

Aunque semejante fraude también «se explica» como una reacción de los ciudadanos a la corrupción y a la administración hipertrofiada que existe en nuestro país. Al propio tiempo que otros muchos españoles se preguntan: ¿por qué no se reforman las administraciones y se eliminan asesores, cargos políticos, coches oficiales, etcétera, que evitarían muchos impuestos? Asimismo, es la justificación que otros ciudadanos encuentran para funcionar con dinero negro.

La economía sumergida es una asignatura pendiente de todos los gobiernos que llegan con grandes propósitos de combatirla y se ven con ridículos resultados. Con frecuencia buscan el fraude entre asalariados por cuenta propia, profesiones liberales e incluso pensionistas, en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude.

Por eso, además de anuncios de «bajadas sucesivas de impuestos a partir de 2015» como acaba de manifestar el presidente Rajoy, el país necesita un sistema fiscal que cumpla con los principios de progresividad, generalidad e igualdad; y precisa, en palabras del secretario general de Gestha, «medidas relativas a los vehículos de elusión fiscal que utilizan las grandes empresas y fortunas, como las sicav».

En todo esto el Gobierno tiene materia para pensar y decidir, no sea que lo recaudado por el ahogo de los contribuyentes de nómina se pierda al minuto siguiente con los que consiguen escapar del lazo.

Y una reflexión complementaria: cuidado con el uso demagógico de la economía sumergida. Nunca será peor que la ingeniería financiera y fiscal de las grandes fortunas y colectividades para eludir impuestos.

Nunca será peor que las bolsas de fraude de las capas altas, que, por cierto, nunca nadie ha cuantificado.

Ni tampoco nunca será peor que la corrupción. No sea que ahora echemos la culpa del déficit público al albañil que realiza las pequeñas obras domésticas sin IVA, mientras se va de rositas el gran defraudador.

Al final, me temo que Hacienda seguiremos siendo los de siempre,

José Antonio Gutiérrez González, Piedras Blancas

(Castrillón)

Cartas

Número de cartas: 46110

Número de cartas en Octubre: 48

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador