El céntimo sanitario
Vino el llamado céntimo sanitario, que nos impusieron a través del llenado de nuestros depósitos de combustible, y nadie nos preguntó si accedíamos a ello, ni en las gasolineras nos pedían documento alguno para de este modo recaudar para el Estado (bien sea nacional o autónomico) el preciado céntimo para las cuestiones sanitarias aunque luego su uso derivara para otras necesidades, sobre las que tampoco me preguntaron, y la verdad es que litro a litro pues ya se sabe que al final hace un buen montón, y más si como es mi caso se hacen 40.000 km al año.
Ahora viene la sentencia de Europa que nos dice que ese céntimo sanitario era ilegal su cobro y debe revertir a sus legítimos dueños las cantidades devengadas, pero quien hizo la ley hizo la trampa, y es que ese céntimo nos fue cobrado a todos, y sin embargo sólo lo podrán cobrar aquellos que tenga las correspondientes facturas, como no es mi caso y el de otros muchos, o sea que nos han metido la mano en el bolsillo sí o sí sin pedir permiso alguno y sin firmas o consentimientos de por medio y ahora que se debe devolver todos son exquisiteces para su devolución, que si facturas, que no valen tiques, cargos de tarjeta, etcétera. Y pregunto: ¿por qué no valen estos últimos si dichos cargos en otras situaciones pueden ser prueba contundente contra nosotros mismos en caso de inspecciones de Hacienda?
No deseo que me devuelvan nada, porque además sería tan difícil que sería prácticamente imposible ver un céntimo, pero al menos esas cantidades cobradas que no devolverán al ciudadano de a pie que como yo sólo tiene cargos de tarjeta, pues que al menos esa gran cantidad de céntimos fuera dedicada a temas como el paro, o en ayudas al desarrollo. Sería justo que frente a esa mangancia que nos han hecho podamos pedir que ya que no hay devolución al menos se dedique para otras cuestiones en pro de la comunidad
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