La realidad de nuestra «Y»
Cada día aparece un nuevo punto de vista sobre la necesidad de ampliar la autopista «Y» entre Oviedo, Gijón y Avilés.
Creo que sería necesario hacer un debate serio y abierto con la participación de un amplio número de personas, con los correspondientes proyectos, y que sea una mayoría con los planteamientos más afines la que nos pueda convencer en beneficio de toda la sociedad para el buen uso y disfrute de este vial.
Según datos fidedignos, por la «Y» circulan diariamente en torno a los 95.000 vehículos. Tomando este dato como real, voy a tratar de realizar una confrontación entre la utilidad del transporte en vehículo particular y en autobús.
Respecto del coche, si tomamos de promedio de longitud 4,5 metros, los 95.000 vehículos que circulan diariamente, puestos uno a continuación del otro, nos darían una longitud de 427 kilómetros. Considerando que los 95.000 vehículos son al cambio personas, y los introdujéramos en autobús de 60 plazas, necesitaríamos 1.584 autobuses. La longitud del autobús en este caso es de 13 metros, por lo que los autobuses puestos uno a continuación del otro nos darían una distancia de 21 kilómetros.
La diferencia entre el uso del autobús frente al automóvil, como podremos observar, es considerable. Con el autobús no llegaríamos a ocupar la distancia entre Oviedo y Gijón; sin embargo, con el automóvil sería un espacio equivalente a la distancia de Oviedo a San Sebastián.
Por otro lado, y en relación a los consumos de combustible, tomando como promedio de consumo del automóvil 1,8 litros por trayecto, obtendríamos un consumo de 171.000 litros. Si el promedio de consumo del autobús estaría sobre 8,40 litros, el total diario serían 13.305 litros. Así pues, el ahorro de combustible usando el autobús sería muy importante, pues la cantidad de 157.695 litros sería el equivalente a euros al día de ahorro.
Otra confrontación importante es la del peso en conjunto de los vehículos en relación al peso de los autobuses. Tomando como promedio de peso de un vehículo 1.750 kilogramos, al final de cada día se acumularía un peso total de 166.250 toneladas. Los autobuses, considerando un promedio de 10 toneladas de peso por unidad, sumarían en conjunto un peso total de 19.008 toneladas. Por lo tanto, la diferencia sería de 147.242 toneladas que evitarían cada día machacar el asfalto.
Con estas diferencias quedan claros tres aspectos fundamentales para el gran beneficio de nuestra sociedad si usáramos más el autobús o el tren:
a) El ahorro de espacio es muy considerable (-406 kilómetros de ocupación día).
b) El ahorro de combustible, muy beneficioso (-157.695 litros. Al cambio, euros día).
c) Se evitaría el exceso de peso diario, que en suma beneficia al vial (-147.242 toneladas).
Además, al tener en cuenta estos tres aspectos fundamentales se consigue también la mejora de la seguridad, del entorno ecológico, etcétera, con lo que los beneficios serían considerables.
En conclusión, el vial «Y» no es necesario tocarlo. Solamente marcar un carril bus, mejorar los medios en el ferrocarril y hacer una buena estación intermodal en Gijón. Pero ya. Y hágase un debate público, pues el uso de la «Y» no es político.
Y como final, realmente los que nos gobiernan de verdad están interesados en mejorar nuestra seguridad, en conseguir una mejor confortabilidad de nuestros viajes, en un ahorro considerable de combustible, mantenimiento de viales, etcétera, o verdaderamente interesa mantener los altos consumos que existen.
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