El Susanato de Córdoba
El actual «reino de taifa andaluz» está necesitado urgentemente de cortinas de humo para la peor gestión (paro, corrupción de ERE, facturas falsas, etcétera) en todas las taifas hispanas. Ahora, por aquello de sus posibilidades electorales, crea una nueva polémica con su mezquita de Córdoba. Estamos en lo de siempre con la izquierda de este país: lo que no entre por las urnas debe entrar por la calle, el ruido, la propaganda, la mentira, como herramientas. Así que ahora, como tantas veces en sus crisis «tapa agujeros» (permítaseme el símil taurino), vuelven a sacar el «capote rojo» de la Iglesia, siempre muy fácil de embestir por radicales del pueblo español y del que el PSOE está muy necesitado; IU se lo lleva. Ahora se trata de otra lidia, aparte de los sempiternos «miuras» del aborto y Concordato, lidiados por Rubalcaba (aquel que aprovechó el atentado y jornada de reflexión del 11-M, calculadamente puesto a tres día de las elecciones). Así tapa sus crisis de liderato como «jefe de la cuadrilla», lidiando junto a Susana el intento de expolio de la que unos llaman mezquita de Córdoba, otros catedral-mezquita, y otros mezquita-catedral.
La catedral de la Asunción de Nuestra Señora antes fue llamada Santa María Madre de Dios, anteriormente gran mezquita de Córdoba y, antes, siglo IV y VI, la basílica de San Vicente Mártir. Así que no hay mal que por bien no venga, pues... mira por dónde, muchos españoles a quienes la LOGSE condenó a la «burricie» en conocimientos históricos y humanístico-religiosos y que, gracias a ello, se tragan lo de la mezquita como fruto del expolio de los cristianos a los musulmanes, se van a enterar ahora que antes de ésta ya era cristiana. Esta primitiva basílica de San Vicente fue construida por los visigodos sobre construcciones previsigodas. Bajo la mezquita, en 1930, se descubrió todo un complejo eclesiástico, entre los siglo IV y VI, restos de basílica, casa episcopal, escuela y demás dependencias. Y así fue en el siglo VIII, año 785, durante el reinado del primer emir omeya Abderramán I, cuando se inicia sobre la iglesia cristiana la construcción de la que será la gran mezquita de Córdoba.
Seguir la pista de estos distintos nombres da muestra del reconocimiento oficial de la posesión de la iglesia como templo de culto. Los juristas adoptan un hecho histórico de la etapa moderna como un reconocimiento oficial de su carácter como templo de culto. La firma de Alfonso XII, en 1882, su publicación en la «Gaceta de Madrid» (hoy sería el BOE) y el Estado reconocen los valores culturales del templo. También la UNESCO usa tanto los nombres de mezquita como mezquita-catedral.
Qué ridículas resultan las ideologías cuando intentan remover la historia enjuiciando una tradición de siglos con la mentalidad de hoy y sin razones legales. Hoy los que sustituyen razón por ideología si razonas te llaman «ultra» (lo de la sartén al cazo). El Susanato de Córdoba amaga y recoge firmas en «ignorantes y estómagos agradecidos». ¿A que suena bien lo de expropiar a la Iglesia... aunque aquello no fuera una donación, sino un revertir en la Iglesia católica lo que previamente le fue sustraído por los musulmanes?
Cosme Ruiz Pérez
Gijón
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