Priligy, viagra, ciallis, levitra, sextasis, y la promesa del paraíso sexual

El miércoles 8 de Julio, el Telediario de las 9 abría su lista de grandes noticias con la más novedosa del momento, la llegada de un fármaco que solucionará el problema sexual de un 30% de los varones. Notica que coincidía con los San Fermines del año. Tal pareciera que existe una mano oscura, llámese consumismo, a quien le interesa agrupar a una gran masa de personas que compartan las mismas necesidades.

Primero fue la Viagra, luego surgieron otras marcas, Ciallis, Levitra, etc. que prometían el final de los problemas de erección y un nuevo horizonte de placeres sexuales. A pesar de que eran fármacos que requería prescripción médica, pronto el mercado de Internet buscó la forma de sacar tajada, encontrándonos con que un 10% de todo el spam (el correo basura que circula por la red) se compone de mensajes que venden la "pastilla del amor".

Y cómo suele ser costumbre, de un uso racional se pasa al uso recreativo y de búsqueda de placer a toda costa (argumentos que inserta en nuestra conciencia la propia economía de consumo). En muchas discotecas puedes incluso comprar packs de Viagra con éxtasis (le llaman "sextasis") o mezclada con cocaína, lo que en los países anglosajones conocen por "coconuts-pokes". Incluso la Consejería de Sanidad de Murcia ha hecho público un comunicado después de detectar que los jóvenes de allí consumen Viagra para contrarrestar los efectos de impotencia que provocan el alcohol y otras drogas. Y si esto pasa en Murcia, imagínate qué no ocurrirá en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña o Sevilla.

"Hemos notado que el patrón de consumo ha cambiado. Viagra ha pasado de solucionar la disfunción eréctil a tomarse para mejorar la erección en hombres sanos", señalaba en 2006 Carlos San Martín, secretario general de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS).

El uso recreativo de este medicamento, que viene registrándose desde que en 2004 se puso de moda en EE.UU., trae de cabeza a la comunidad científica. Algunos estudios han constatado que esta forma de consumir Viagra multiplica el riesgo de contagio por VIH u otras enfermedades de transmisión sexual, no por sí misma, pero si como daño "colateral", ya que al mejorar el rendimiento incrementa los comportamientos sexuales de riesgo. En otras palabras: te pones tan eufórico que te podrías llegar a enamorar de una silla.

A nuestras consultas viene mucha gente que tiene erecciones al 100% pero que pide Viagra para salir de fiesta. Se trata de personas de 30 a 35 años que quieren tener varios orgasmos consecutivos, algo que sólo pueden conseguir tomando Viagra. Pero también vienen hombres mucho más jóvenes que se van de copas, que toman drogas de diseño y que luego tienen dificultad para tener una erección en condiciones.

Ahora mismo, por ejemplo, causa furor en España la Viagra india, mucho más barata y potente que la que fabrica Pfizer. Algunas personas han entrado en coma por consumir Viagra comprada en el mercado negro. También es muy peligroso mezclar Viagra con drogas de diseño, como el éxtasis o la ketamina, ya que es muy difícil saber qué contienen y en qué cantidades. Sólo con que alguna de estas drogas incluyera un vasodilatador para abaratar los costes, el cóctel sería letal.

Sin embargo, lo que ignoran muchos hombres es que Viagra no causa furor entre las mujeres, sino más bien al contrario. Todos los estudios y encuestas que se han hecho al respecto han concluido que ellas no se lo pasan bomba con el invento.

A ninguna mujer le gusta que un hombre se active, no por el deseo que le provoca ella, sino por la química de un fármaco. Por sorprendente que parezca, muchas mujeres ven en Viagra algo así como una rival. Se ponen celosas y con mal cuerpo. La consideran la otra". Las mujeres no se quejan tan sólo de falta de respuesta genital. Lo que más echan en falta es la ausencia de pasión, de amor, de romance y, en general, de placer sensual.

De hecho, un estudio del "Journal Sexual Medicine" alerta de que la mitad de los hombres a los que se les han prescrito Viagra no regresan a por más. ¿La causa? La poca implicación de las mujeres en su uso.

Si uno es malo y torpe en la cama, lo va a seguir siendo todavía más, ya que si algo hace Viagra es acentuar los errores. De hecho, si nos fiamos de las mujeres, la mayoría de las veces suele ser frustrante, ya que los hombres van a piñón fijo y no dedican tiempo a los prolegómenos.

Cuando jóvenes, sin ningún problema sexual, no se atreven a relacionarse sin ese soporte, ponen de manifiesto la inseguridad que les envuelve. Se suelen excusar en que al final de una noche de marcha hace falta una ayuda. Otras veces lo justifican porque han consumido alcohol u otro tipo de drogas, y aunque parecen ser buenas aliadas a la hora de afrontar una relación sexual con alguien desconocido, la realidad es que son verdaderamente nocivas para la sexualidad.

En ocasiones, la inseguridad lleva a exigir al sexo cosas que no dependen únicamente de él. Algunos hombres pretenden arreglar con buen sexo conflictos de pareja, déficits de autoestima y problemas de todo tipo.

Pero vivimos en una sociedad que busca la perfección, el éxito, y que, en consonancia, intenta crear atletas sexuales. Si es tu método para dar la talla con una desconocida te convertirás en esclavo de tus actos, por lo que perderás seguridad en ti mismo y cada vez que repitas con ella en la cama o ligues de nuevo te costará 11 euros la noche como poco, el precio de situar el listón tan alto. Tan alto para ti, claro, pues puede que ella se aburra como una marmota con tus maratones de sexo.

Tal vez no esté lejos el día en que para asegurarte dormir siete horas te tengas que tomar una pastilla, varias de ellas para llevar una dieta variada, otra más para el sexo, etc. Tal vez entonces eches de menos una etapa de tu vida en donde la química no era tan importante y podías hacer gozar a una mujer sin pasar por la caja registradora. Así que disfruta mientras puedas, porque tiempo tendrás cuando tengas más edad de probar las excelencias de Viagra y otros fármacos parecidos. Es más, si no llega ese día, tanto más a tu favor.

El nuevo fármaco, con el nombre de Priligy, nace con un mercado potencial de 8 millones de españoles. Según las cifras que maneja el laboratorio que comercializa el medicamento, en España podría haber un número similar de hombres que tardan menos de dos minutos en pasar de la penetración al orgasmo.

Según ha establecido el Ministerio de Salud, se exigirá la preceptiva receta médica para la obtención de la pastilla de los 4 minutos, como ha sido bautizada en alusión a su potencial para multiplicar por cuatro el tiempo que normalmente tarda un hombre en eyacular.

Eso sí, la nueva y revolucionaria pastilla ha de ser recetada por un médico, ya que en algunos casos puede provocar reacciones adversas si interacciona con, por ejemplo, antidepresivos (de la misma forma que Viagra, pese a ser un medicamento muy seguro, al igual que Priligy, provoca peligrosos efectos secundarios cuando se combina con nitratos, presentes en muchos medicamentos para tratar la angina de pecho, por ejemplo).

Así entre opiniones a favor y en contra del consumo por la búsqueda de más placer, entre estudios que demuestran que el consumo de sandía fresca tiene los mismos efectos que viagra merced a un componente llamado citrullina, mientras la FDA, la agencia responsable de la salud de los norteamericanos, ha incluido en el prospecto de las drogas usadas para la impotencia masculina (Viagra, Levitra y Cialis) que tienen el riesgo potencial de producir pérdida brusca de la capacidad de oir. Nos olvidamos de la auténtica realidad: las empresas farmacéuticas están gestionadas bajo el principio del máximo beneficio, lo que significa que simplemente no están interesadas en desarrollar tratamientos para curar enfermedades que afectan principalmente a gente del Tercer Mundo, ya que esta gente no dispone del poder adquisitivo para comprar medicinas. Entre 1975 y 1997 las multinacionales farmacéuticas sacaron 1.233 nuevos medicamentos al mercado. Sólo un 1% de éstos (13 medicamentos) estaba diseñado específicamente para tratar enfermedades tropicales que se concentran en el Tercer Mundo y que matan a millones de personas cada año.

En realidad, el énfasis principal de los programas de investigación de los gigantes farmacéuticos se concentra en las llamadas medicinas de estilo de vida, es decir medicinas que tratan condiciones como la obesidad, la calvicie, las arrugas faciales y la impotencia entre otras. El mercado para este tipo de medicinas es de millones de dólares al año.

Roy Vagelos, un ex-directivo de Merck, una empresa que ahora controla el 10% del mercado farmacéutico mundial, lo reconocía abiertamente: Una empresa con accionistas no puede equipar un laboratorio que se concentre en enfermedades del Tercer Mundo, porque iría a la quiebra.

Pero los gigantes farmacéuticos no están precisamente pasando dificultades para llegar a fin de mes. Esta es una industria con beneficios enormes que se ha visto barrida por una oleada de adquisiciones y fusiones, creando empresas enormes con un valor superior al del PIB de muchos países del Tercer Mundo. El ejemplo más reciente es el de la fusión entre SmithKlineBeecham y GlaxoWelcome (siendo ellas mismas el resultado de fusiones anteriores). El valor combinado de las Cinco Grandes es igual al del PIB de toda el África sub-sahariana.

Otra área de crecimiento para estas compañías es el mercado farmacéutico para animales de compañía, con unas ventas en EEUU en 1998 de aproximadamente 1.000 millones de dólares. Ya existen medicamentos para tratar a perros que sufren de ansiedad por separación, Alzheimer, artritis, demencia, alergias, cáncer y enfermedades periodontales. Según una fuente de la misma industria, las empresas farmacéuticas en EEUU gastan unos 500 millones de dólares al año en Investigación y Desarrollo en salud animal.

Las prioridades de estas multinacionales están claras: Pfizer consiguió unos beneficios de más de 1.000 millones de dólares con las ventas de Viagra en su primer año en el mercado. En el mismo año, los dos medicamentos más importantes contra la alopecia tuvieron unas ventas combinadas de 180 millones de dólares, y Allegaran ganó 80 millones de dólares en ventas de su milagroso tratamiento anti-arrugas (al módico precio de $1.000 por tres inyecciones).

El investigador de la industria farmacéutica A.J. Slater, en un documento publicado en la revista de la Royal Society of Tropical Medicine and Higiene, llegaba a la conclusión que el desarrollo de nuevos antibióticos es muy caro y que su utilización en los países del Tercer Mundo por si sola nunca obtendrá una recompensa financiera. En otras palabras, los beneficios son más importantes que las vidas de la gente.

La encuesta Ipsos-Reid, encargada por el fabricante de viagra en Canadá, demostró que la causa de la falta de placer con las relaciones sexuales eran la fatiga, estrés y falta de tiempo por los compromisos familiares. Cuando se barajan esos argumentos quiere decir que la sexualidad de esas personas no es fantástica, algo va mal, no vale la pena intentarlo. La alienación que produce ese fracaso altera la vida cotidiana.

Como gerente de la mayor empresa de psicólogos clínicos de España, dónde hemos atendido a más de 100.000 pacientes, de los que 20.000 presentaban demandas de problemas de erección y eyaculación precoz, quisiera poder expresar nuestra realidad, esa que no vende, que no es noticia en el Telediario, y ésta realidad no es otra que estamos manejados por el mercado de consumo que lejos de solucionar las necesidades de las personas, lo que persigue es generar nuevas necesidades.

En una sociedad dónde los problemas psicológicos aumentan día a día, con índices alarmantes en depresión infantil, en trastornos de alimentación, en fracasos escolares, en relaciones de pareja, etc., que casi siempre acaban por alterarnos el sueño, la alimentación o la sexualidad.

Ahora es el Priligy, cuyo componente activo es la Dapoxetine, que corresponde a la clase de drogas llamadas ISRS, que es la abreviatura de Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina. Esta clase de medicamentos son asociados a anti depresivos, normalmente utilizados para tratar la ansiedad, depresión y desordenes personales.

Desde hace ya muchos años médicos y psiquiatras saben que los antidepresivos retardan la eyaculación, así que nada nuevo bajo el sol, no hay ninguna novedad.

Lo que sí es novedoso, y eso no sale en los grandes titulares, es que las nuevas terapias psicológicas, llamadas de tercera generación, han dado los mismos resultados en pacientes con depresiones severas, que los fármacos, con las consiguientes ventajas de la ausencia de efectos secundarios.

Pero estas nuevas terapias plantean un gran giro sobre las más vigentes, producto de la propia sociedad de consumo, que nos dice que hay que buscar el placer y evitar el dolor. Las nuevas terapias, o terapias de tercera generación nos dicen que nos hemos confundido, que hay que afrontar la vida en su conjunto con las experiencias placenteras, pero también con las dolorosas, porque de lo contrario encontraremos a muchos Mikel Jackson, a muchas personas que una vez han conseguido huir de todo lo molesto, se encuentran prisioneras en una burbuja sin salida.

Ya va siendo hora que las buenas noticias salgan a la luz por encima de los intereses económicos, y que se diga bien claro, que la simple terapia farmacológica, nunca superará los problemas. Que los tan temidos (por considerarlos caros) tratamientos psicológicos, son a la larga mucho más económicos que los farmacológicos. Y si no saquen la calculadora. Para nosotros psicólogos y sexólogos un caso de eyaculación precoz se soluciona, con una eficacia del 99%, en tan sólo 15 ó 20 consultas.

De esos 20.000 pacientes atendidos con problemas sexuales, más del 99% obedecían a causas psicológicas. ¿Cuántos casos habrán caído en las manos de la Viagra, inyecciones, dispositivos de vacío, y otras soluciones, todas ellas con ciertas consecuencias negativas, dejando de lado la solución natural y eficaz?

Y si no, tomemos el ejemplo de Inglaterra, dónde se aconseja al gobierno la contratación de 5.000 psicólogos clínicos, por los que deberían de pasar las personas con problemas psicológicos antes de ser tratadas farmacológicamente, ya que el gasto en fármacos ansiolíticos, antidepresivos y demás se han disparado en los últimos años (creando un verdadero agujero negro en la Seguridad Social) de tal manera que, cuando menos, nos está indicando que algo falla en nuestra sociedad.

Dejemos al menos de engañar al ser humano con recetas que lejos de solucionar, abrirán nuevos problemas, y jamás sustituirán las soluciones que casi siempre están dentro de nosotros, y que casi siempre también, pasarán por el afrontamiento y superación personal.

Juan Carlos Colao Álvarez, psicólogo, es director de la empresa asturiana que más pacientes ha atendido en los últimos 15 años en toda España.