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Los odiosos dioses de la democracia

21 de Marzo del 2014 - Rafael Gutiérrez Amaro (Granada)

Cuando veoa esta España, tan nuestra y tan querida, inmersa en esta situación tan deplorable me da tristeza, amargura, desaliento y pena.

En ella:

Los pobres cada día más pobres, y cada día hay más que están por debajo del umbral de la pobreza; hace muchos, muchos años que no se veía una cosa igual, los centros sociales que atienden a personas marginadas están desbordadas por la cantidad de demandas que se acrecientan de día en día.

El trabajo tan anhelado pero no llega; cada vez: más pequeños negocios cerrados, más negocios en penuria económica, los trabajadores cada vez más castigados, la pequeña empresa que no llega en muchas ocasiones a cubrir gastos y muchas de ellas tienen que reducir la plantilla. Panorama desalentador

Los jóvenes un año más o callejeando sin futuro o se tienen que ir fuera de España para encontrar trabajo; todo esto es una circunstancia muy adversa que indica la situación delicada de la política social y económica de nuestros: legisladores, políticos y gobernantes. Caótica

La gente desencantada, con la desolación propia de aquel que tiene todo en el aire.

Los ancianos apenados por la situación de sus hijos o de sus nietos o porque le han robado sus ahorros de toda una vida. La situación social cada vez más lamentable teniendo en cuenta además la falta de valores y de un estímulo para la supervivencia.

Y por el contrario los banqueros cada vez: pidiendo más y dando menos. Cuando entras a un banco vas con temor pues sabes que no te van a dar nada, pero no sabes lo que te van a pedir por tener tu dinero o por hacer una gestión; todo son beneficios para ellos, ellos son: los auténticos dioses de la democracia, al tener el dinero, que es lo que interesa a los poderosos, tienen el poder y nos tienen en vilo a todo un país que se sumerge cada día más en el desánimo.

Por otro lado, los jóvenes con un sistema educativo: caduco, inestable, inseguro y detestable para gran parte de la sociedad, pero que no se cambia por falta de acuerdos y por falta de decisiones y porque el partido socialista lo considera como algo suyo y no quiere que se lo cambien aunque toda la opinión pública: española e internacional opinen que es nefasto.

Los valores educativos, sociales, morales, éticos y de convivencia, que no mejoran por: la falta de solidez y por la falta de raíces de una España anclada en estructuras llamadas progresistas pero que a la hora de la verdad no contentan a nadie, más bien producen descontento e inseguridad.

La penuria de valores en la sociedad actual hace que los padres sientan inquietud ante problemas como: las drogas, el alcohol, el sexo, la inseguridad ciudadana, la violencia juvenil y los problemas de acoso y maltrato a los niños y a los jóvenes: en las pandillas, en los colegios y hasta en la misma calle.

Y el terrorismo sin resolver y con los asesinos en la calle, metiendo la cabeza en las instituciones democráticas para desde ellas construir su nuevo modelo de terrorismo y de chantaje; y los políticos se lamentan, ellos mismos dicen que no entienden y la cosa cada vez peor, pues antes había unas directrices, pero y ahora: ¿las directrices donde están? ¿Quién las dirige? ¿Hacia dónde se encaminan? pienso que se ha perdido el norte en el momento más trascendente cuando ya parecía todo resuelto.

Y el independentismo catalán en su salsa, ellos a lo suyo, sin respetar a los españoles, sin respetar nuestra dignidad; y nosotros resignados ciudadanos: a expensas, un día y otro, de lo que quieran o no quieran hacer, y ellos siempre mostrando el hacha de guerra a todo lo que tenga el sello español y siempre mirándonos con desdén y con desprecio.

Y junto a esto, el añadido de siempre, me refiero a los últimos años: corrupción política, corrupción empresarial, corrupción en los ayuntamientos, corrupción en las finanzas, corrupción sindical, corrupción en la defensa de la vida, corrupción ideológica, corrupción ética, corrupción, corrupción, corrupción y los que pueden: no hacen, pues en muchos casos ellos también están implicados, pues como dice Jesús a aquellos que quieren apedrear a la mujer adúltera: quien esté libre de pecado que tire la primera piedra y todos uno a uno, se marcharon, y dice el evangelio, empezando por los más viejos. Una realidad muy actual, cada uno criticamos la corrupción del otro pero no vemos la nuestra. Vemos la mota en el ojo ajeno pero no vemos la viga en el nuestro, utilizando de nuevo lenguaje bíblico.

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