Valle y los cuadros de la Diputación
En LA NUEVA ESPAÑA del día 11 de marzo del presente año, en la página 30, se contiene la parte tercera de las denominadas «Memorias», en las que el entrevistado, el señor Basagoiti García-Tuñón hace determinadas consideraciones acerca de la colección de cuadros de Evaristo Valle de titularidad de la entonces Diputación provincial. Y en cabecera de página y claramente resaltado el entrevistado expresa que «alguien cortó con una cuchilla los 26 lienzos de Valle de la Diputación en vez de quitar el marco». Más adelante, en el desarrollo de la entrevista, el citado señor afirma que «antes de inaugurarse el Bellas Artes en 1980, alguien da orden de trasladar esos cuadros al nuevo museo. Y quién hace el traslado coge una cuchilla y en lugar de quitar los marcos corta los lienzos, los enrolla y a lo mejor hasta los llevó debajo del brazo».
Pues, bien, en relación con las expresadas afirmaciones convengo en que, efectivamente, alguien en una fecha no concretada llevó a cabo tal operación, aunque ignoro con qué finalidad.
En efecto, en el año 1973, en que el que suscribe tomó posesión de su plaza de funcionario de la Diputación provincial, me llamó la atención que los cuadros de Evaristo Valle, que lucían en las paredes y despachos del edificio, estuvieran con un cristal, cuando habitualmente los lienzos se exhiben sin cristal, y cuando inquirí por tal circunstancia alguna persona de las destinadas en el Palacio Provincial me informó de que dichos cuadros estaban sin bastidor y para sujetar el lienzo se había colocado un cristal, por lo que llegué a la conclusión de que alguien (desconocido quién y en qué fecha) hubiera podido realizar tal desaguisado. Por tanto, es cierto que la situación física de los cuadros era la señalada. Lo que no resulta cierto y es falso de toda falsedad es la afirmación que hace el entrevistado de que cuando se llevó a cabo el traslado de los cuadros al museo o con ocasión del mismo se llevó a cabo tal mutilación, ni mucho menos resulta cierta la imputación que tan alegremente hace de la autoría a quien se responsabilizó del traslado de los mismos.
El responsable de dicho traslado a la fecha indicada fue quien suscribe, funcionario del Cuerpo Superior de Administradores de la entonces Diputación y hoy aún activo al servicio del Principado de Asturias. La operación se llevó a cabo de manera cuidadosa y estudiada, previa contratación para el día señalado de una casa de mudanzas y la solicitud de una escolta policial durante el traslado. Los cuadros no se descolgaron hasta el momento de su introducción en el camión, en que perfectamente envueltos en mantas se realizó el traslado; del vehículo se descargaron a las salas entonces vacías del museo, y allí se colocaron cuidadosamente en el suelo, apoyados en plano a las paredes hasta que los técnicos que se encargaron de la puesta a punto del museo decidieran su ubicación.
A la vista de lo expuesto, pues lamento las alegres imputaciones que hace el entrevistado, en este caso no memorioso, pese a constituir sus memorias, puesto que no es posible tener conocimiento ni traer recuerdo de un suceso inexistente que pretende imputar a un funcionario y cuya autoría no le puede constar, precisamente por no sucedida, a no ser que pretenda un ejercicio de fabulación a costa de personas inocentes respecto de un suceso cuya responsabilidad no puede conocer.
Como al principio de mi carta he expresado, sí resulta cierto que alguien llevó a cabo, antes de 1973, una conducta censurable en el tratamiento de los cuadros. Pero esa circunstancia no le da derecho a imputar tal conducta a concreta persona respecto a la que no le consta su autoría ni las circunstancias en que se llevó a cabo. Me parece un ejercicio de frivolidad, y, en tal sentido, una práctica también censurable.
Quiero dejar constancia de las circunstancias desconocidas en que pudo suceder el caso para evitar que, con base en una causa o circunstancia que tan alegremente da por sucedida, investigadores de futuro puedan recoger su opinión como dato incuestionable, cuando en modo alguno sucedió en la forma y ocasión como expone el entrevistado.
Rafael Juesas Martínez, Cuerpo Superior de Administradores de la Administración del Principado
Oviedo
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