La experiencia de bajar a una mina
El pasado día 20/3/2014 tuve la oportunidad de bajar, en visita guiada por un delegado de seguridad minera, a una mina de carbón, concretamente al pozo Santiago de Hunosa, en el concejo de Aller.
Yo ya conocía la mina museo de El Entrego, pero he de decir que dista mucho de la realidad. Pude comprobar, en mis propias carnes, la peligrosidad y penosidad del trabajo de los mineros, viéndolos in situ realizar sus labores en unas condiciones, de máxima seguridad, pero de una dificultad extrema por los sitios en que han de realizarlas, sobre todo en los planos inclinados, donde están las marchantes que pican el carbón, que son auténticas ratoneras en donde hay que adoptar posturas para pasar por ellas que requieren de una forma física extraordinaria, además de una atmósfera adversa que dificulta aún más el trabajo. Todo esto en una visita de unas 2 horas, imagínense trabajar en estas condiciones un turno de 7 horas durante toda la semana. Y todo esto, por un sueldo mileurista, pues el tópico de que los mineros ganan mucho es, hoy en día, una falsedad, además que trabajar en esas condiciones de peligrosidad y penosidad no se paga con ese dinero. Por todo ello, yo invito a quien se atreva y desee conocer la verdad del trabajo minero, a que baje a una mina y compruebe la realidad y luego a ver si tiene la osadía, por decirlo suavemente y en horario infantil, de decir que los mineros ganan mucho. Especialmente invitaría al ministro de industria, señor Soria, a bajar y luego a defender este honroso trabajo con el mismo ahínco que lo hacen en Alemania, donde se está potenciando la apertura de las minas en detrimento de las españolas.
Vaya desde aquí mi máximo reconocimiento y admiración a todos los mineros asturianos y españoles y mi agradecimiento a los directivos del pozo Santiago de Hunosa por autorizar esta visita. En particular, mi agradecimiento al delegado, señor Mauro, que nos acompañó en la visita, por sus explícitas explicaciones y su ayuda en todo momento.
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