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La tragedia de los inmigrantes muertos en Ceuta

14 de Abril del 2014 - Hipólito Peláez Álvarez (Llanera)

El día 6 de febrero, un número no determinado de subsaharianos intentó cruzar la frontera entre Marruecos y Ceuta: desde la costa marroquí se lanzaron al agua y trataron de llegar nadando hasta suelo español.

Los vídeos que recogen el incidente son confusos, pero sí que puede verse con total claridad que en la playa española hay varios miembros de la Guardia Civil mirando hacia el mar, como contemplando un paisaje, y otros cogiendo por el brazo a quienes habían logrado llegar a tierra. En el mar, pero a escasos metros de tierra, se veía a varios subsaharianos juntos, aparentemente intentando mantenerse a flote. Y ya al fondo, mar adentro, pero relativamente cerca, se divisaba un barco.

Los que lograron llegar a tierra fueron expulsados de inmediato a Marruecos y el resto, quince personas, se ahogaron.

Testigos presenciales y los afectados que salvaron la vida manifestaron que desde el barco se estaban lanzando pelotas de goma contra todo el grupo.

El día 7 de febrero, justo al día siguiente, el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa negó rotundamente que la Guardia Civil hubiese utilizado pelotas de goma. «Es completamente falso», afirmó este individuo. A las pocas horas, el ministro del Interior reconoció el uso de pelotas de goma y posteriormente admitió que había sido un error.

Arsenio Fernández de Mesa era el delegado del Gobierno en Galicia cuando el petrolero «Prestige» con 70.000 toneladas de fuel, se abrió en dos y provocó una catástrofe monumental. Fue quien coordinó la operación hasta que se hizo cargo el hoy presidente del Gobierno. Primero afirmó que la responsabilidad era de la Autoridad Portuaria por haber ordenado alejar el barco, luego dijo que «las órdenes venían directamente del ministro de Fomento (el Sr. Álvarez-Cascos) y para meter a todos en danza, aseveró que el presidente de la Xunta (el Sr. Fraga) «estaba al corriente de todo lo que estaba pasando». Su manejo de aquella situación, sin duda difícil, fue lo que provocó el movimiento «Nunca Máis». Y es que este hombre convocaba ruedas de prensa a diario en las que decía cosas como que «probablemente el fuel no toque la costa gallega» o «sólo hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe».

Por si fuera poco, este personaje está metido hasta el cuello en el «caso Gürtel» y está probado que existen facturas de hotel que pagó una empresa, al parecer relacionada con la trama, pero, desde luego, de su bolsillo no pagó las estancias en el hotel, que –como ya habrá imaginado– era un cinco estrellas.

Pero el despropósito no termina aquí; al contrario. El 19 de marzo compareció en el Congreso el secretario de Estado de Seguridad, el Sr. Francisco Martínez Vázquez, para explicar lo ocurrido. Este hombre ya se había manifestado diciendo que la Guardia Civil sí había disparado pelotas de goma, pero que no iban dirigidas contra las personas que estaban en el mar, sino que su objetivo era «marcar la traza en el agua». Pero ayer, en el Congreso, aseguró que «las muertes por ahogamiento de los 15 inmigrantes se produjeron antes de que los agentes de la Guardia Civil tomaran posiciones en la zona cercana al espigón», que «las muertes se produjeron porque la mayoría no sabían nadar» y remató asegurando que «se utilizaron 145 pelotas de goma».

De manera que si la Guardia Civil no había tomado posiciones, ¿cómo es posible que haya lanzado 145 pelotas de goma? Le faltó aclarar a este hombre qué era eso de marcar la traza en el agua y si estos hechos ocurrieron en territorio español o marroquí. Si fue en aguas españolas, es responsabilidad de nuestro Gobierno; y si fue en aguas de Marruecos, ¿quién autorizó invadir y utilizar la fuerza en territorio del país vecino?

Además, ¿cómo puede afirmar que no sabían nadar? No se conoce, ni se conocerá nunca, la nacionalidad de los que se ahogaron y menos aún sus nombres; pero este buen hombre ya se permite afirmar que no sabían nadar. Y si no sabían nadar, ¿cómo es que murieron a unos 50 metros del lugar desde donde se tiraron al agua? Y si no sabían nadar, ¿cómo explica que tuvieran la osadía de lanzarse al agua?

Entendía que estábamos ante la presencia de otra mente privilegiada, pero me equivocaba. Acabo de ver las fotografías de su comparecencia en el Congreso y ¿adivinan quién estaba sentado a su izquierda?: Esteban González Pons. Este trilero de la política aparece radiante y detrás se observa una enorme fotografía de la valla que separa Ceuta de Marruecos, que recoge una instantánea del momento en que varios inmigrantes la están saltando. Esta fotografía es de por sí una manipulación gigantesca, porque lo único que se quiere saber es qué ocurrió para que quince personas murieran ahogadas el día 6 de febrero. Lo que pasa en la valla cada día lo sabe todo el mundo y no era el objeto de la comparecencia. Me temo que el manipulador oficial del PP engañó una vez más a los diputados y desvió la atención hacia los gravísimos incidentes ocurridos en la valla y no me extrañaría que aprovechase la ocasión para culpar a los socialistas, que eso siempre queda bien.

El asunto está en manos de un Juzgado de Ceuta y espero que nos enteremos de lo realmente sucedido a través de una sentencia, porque se ha constatado que este Gobierno ha utilizado todos los medios a su alcance para evitar que se sepa la verdad.

Hipólito Peláez Álvarez.

Portavoz del Grupo municipal Socialista, Llanera

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