El pifoste eléctrico
Hace unos días escuchaba al señor Soria (ministro de Energía) y no podía dar crédito a lo que este buen señor nos estaba contando: que disminuye la retribución inversa, la retribución que alguien percibía en sentido inverso, el importe de los sistemas extrapeninsulares, los pagos por capacidad, la interrumpibilidad, el promedio, los peajes, el fondo de titulización y si sube, sube y si baja baja.
Caray, ahí quería llegar yo, acabáramos señor Soria, eso sí que son dos y dos. Ahora que los ladros perran, ahora que los cantos gallan, ahora que albando la toca las altas suenas campanan y que los rebuznos burran, y que los gorjeos pájaran y que los silbos serenan y que los gruños marranan y que la aurorada rosa los extensos doros campan, perlando líquidas viertas cual yo lágrimo derramas y friando de tirito si bien el abrasa almada, vengo a suspirar mis lanzos ventano de tus rebajas.
Recuerdan los lectores cuando en el Partido Popular de Aznar se decía que privatizar (eléctricas, petroleras, telefónicas, etcéteras) era igual a competir y por ello a mejores precios. De aquellos polvos estos lodos. El señor Soria es capaz de vender un helado a un esquimal, pero sus discursos y explicaciones son chapuceras, él solito se pregunta y se responde tratando de ser didáctico en su discurso, pero ese discurso está plagado de mentiras y manipulaciones torticeras. Me dicen desde Canarias (alcalde de Las Palmas desde 1995 hasta 2003) que ya lo conocen como un mentiroso coercitivo. Ahora entiendo por qué en algunas oposiciones se dice abstenerse alumnos de La Laguna.
A mí me parece un personaje siniestro y cómico (como el R.-Mateos de Rumasa), incapaz de conectar con la sensibilidad de la gente y con sus necesidades. Sólo va a por sus intereses políticos y económicos tratando de arrogarse la representación de opinión de la mayoría y de lo que conviene o no a los ciudadanos. También me dicen que está vendiendo el futuro económico de Canarias a Repsol, seguramente a cambio de un buen asiento en su consejo de administración, un sueldazo y mucho poder para seguir amasando fortuna. Un personaje que dejará huella por su ineptitud y por meterle la mano en el bolsillo a todos los españoles para enriquecer a las energéticas.
Señor Soria, ven y haz miradar tus brillas a fin de angustiar mis calmas. Esas tus arcas son cejos con que flechando disparas. Cupido peche mi hiero y ante tus postras me planta.
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