Seguimos con los "nacionaleros"

No se cansan, son inagotables. Cuando nos estábamos recuperando del raca raca de Ibarretxe (¡que paz dejó!), ahora toca a los de Artur Mas-en adelante Arturo Menos-, jugar con fuego, engañar a sus conciudadanos e ir contra todo proceso racional, natural e inteligente.

Parece que fue ayer-enero de 2005- cuando publiqué en varios periódicos un duro artículo que titulé: "Harto de nacionaleros". No fue el único que publiqué con este cansino tema. Fueron varios en aquellas fechas, y, hoy, cualquiera de ellos, se podría volver a publicar, cambiando a los protagonistas de entonces por los de hoy, sin que perdiera un ápice de actualidad.

Desde Arzalluz a Ibarretxe y desde Maragall al cordobés que gobernó la Generalitat de Cataluña con aquel nefasto e impresentable tripartito, ya llovió. Y todo sigue "casi" igual. De momento solo cambió la ubicación del "circo" principal. Del País Vasco a Cataluña. El resto...mas o menos.

Recuerdo que ya hace muchos años, el entonces Presidente del Gobierno Felipe González, les lanzaba una pregunta que, aún hoy, no ha sido claramente respondida y que todos conocemos su respuesta: ¿hasta donde quieren llegar? ¿cual es el límite? No la respondieron.

Y miren vds cuanto de importante hubiese sido "forzar" una respuesta y plasmarla en un documento firmado por los nacionalista (perdón, nacionaleros). Hoy estaríamos en otra posición mucho mas clara y justa.

¿Qué la respuesta hubiese sido el conseguir un cierto estatus en el que se sintieran cómodos dentro del Estado y la Constitución actual? Perfecto, se estudian sus peticiones y motivaciones, se negocia y se intentan satisfacer dentro de la Ley. Problema resuelto, pero, eso sí: "con lealtad".

¿Qué la respuesta hubiese sido el conseguir la independencia del Estado? Perfecto también. Se toman medidas de choque contra sus "adoctrinamientos" en las escuelas y en la calle-tema idioma, funcionamiento de sus "parlamentos autonómicos", privilegios económicos, transferencias de competencias...-y, al enemigo, ni agua. Me refiero que a los separatistas no hay que darles nada que les haga mas fuertes en sus reivindicaciones separatistas. Se les da el mismo trato, en todos los aspectos, que a cualquiera otra autonomía, y así se quejan por algo.

Lo que no puede ser es que se privilegien sin ton ni son. Quiero decir: para nada. Que tengan un techo de competencias superior a las demás autonomías-por aquello de ser "históricas" y no sé qué derecho diferencial-, y nos estén dando la vara continuamente. Primero que nos digan a donde quieren llegar-cual es el tope- y después hablamos.

Es innoble, cansino, injusto, desleal, perverso...que se conviertan en "víctimas" permanentes para estar siempre sacando algo. Y lo malo es que siempre-por unas u otras razones, principalmente de aritmética electoral- lo van consiguiendo. Una vez conseguido, como si lo tuvieran de siempre, empiezan con "nueva reivindicación". Otra vez a empezar y otra vez el mismo rollo. Iban por 100, consiguieron 60 y, ahora-otra vez- volvemos a reivindicar. Y si no se les da satisfacción inmediata, "otra vez raca raca": el Gobierno Central- y centralista- no nos escucha, no quiere negociar. Es despótico contra nuestros derechos históricos...

Yo siempre entendí-quizás equivocadamente- que en toda negociación "ambas partes" tendrían que dar algo. Ambos tendrían que ceder algo al otro...¿qué ceden los nacionaleros?

Entretanto, se gastan el dinero público- que tanta falta le hace a su maltrecha sanidad, ayuda a la dependencia, educación...-en embajadas en el extranjero, conferenciantes de su cuerda para adoctrinar, televisiones públicas hiperdeficitarias-de utilización insultantemente partidistas, y cuyas plantillas, en muchos casos, han llenado de enchufados a los que ahora no tienen mas remedio que despedir-, empresas públicas costosísimas e innecesarias para enchufar a los suyos, etc, etc. Todo ello, para ellos (me refiero a los políticos nacionaleros). Todo para conseguir mas "adeptos a su causa" y seguir creciendo en una carrera loca hacia la independencia (ahora la llaman "derecho a decidir").

Y nosotros-la mayoría silenciosa- viendo como nuestros políticos van cediendo-y fortaleciéndoles en su loca carrera. Una veces porque los necesitan para obtener mayorías parlamentarias, y otras por no sentirse señalados por estos sujetos-que no descansan- como poco demócratas...¿estos nos van a dar lecciones de democracia?

Es increíble que tras tantos años de democracia y tantas concesiones de privilegios, estos sujetos cada vez estén mas fuertes. Y siguen creciendo porque nuestros representantes de los partidos mayoritarios también permiten este peligroso juego con tal de diferenciarse entre ellos. Con tal de atraer votos a cualquier precio. Y, lo triste, es que "esas patadas que se dan" nuestros políticos son "en nuestro güevos". Así de claro y así de falta de altura de miras en beneficio de todos-también de gran parte de catalanes y vascos-, y solo por anteponer sus intereses a corto plazo a los intereses generales.

El caso es que van creciendo-los desleales nacionaleros- mientras les damos más. A mí me gustaría que alguien me explique por qué se entiende que un político nacionalero quiere más a sus conciudadanos que uno que no lo es. A mí que me expliquen por qué es más de fiar y defiende mejor a un catalán uno de CIU o ERC que un socialista o uno del PP catalán (vale la pregunta-cambiando CIU por PNV- para el País Vasco).

La impresión que dan, y no es del todo equivocada, es que desde la confrontación permanente van consiguiendo cosas que, parece, los partidos de ámbito nacional de esas autonomías no consiguen. ¿No les estamos ayudando a crecer entrando en su juego?; ¿de verdad alguien echa de menos a Ibarretxe y su raca raca?

Lo dicho: o los nacionalistas se comprometen y definen claramente los objetivos-para que todos sepamos las reglas con las que jugamos- o, ayudarles a crecer, es, simplemente, de idiotas. Y los resultados los estamos viendo