Dando la nota
Hace unos días, ciertos políticos, una vez más, volvieron a dar la nota en el Congreso de los Diputados. Esquerra Republicana de Cataluña, Amaiur y el Bloque Nacionalista Galego han vetado una declaración institucional sobre Adolfo Suárez. Y no solamente eso, sino que las dos primeras formaciones citadas se ausentaron del Hemiciclo cuando, al final del Pleno, los diputados se disponían a guardar un minuto de silencio por el primer presidente de nuestra joven democracia.
No obstante, la sociedad española debe tomar este gesto de los nacionalistas como lo que es: una torpe provocación. Aunque sea una más, sí. Mi abuela Catalina siempre decía: «No ofende quien quiere, sino quien puede».
Dado que en las Cortes se necesita unanimidad para aprobar una declaración institucional, nos hemos quedado por desgracia sin la complacencia de escuchar justas alabanzas sobre el personaje artífice de la Transición. Pero no hagamos de ello un problema. Por suerte, la gran mayoría de españoles, como acaba de demostrarlo recientemente, sabemos de la singular labor que Adolfo Suárez llevó a cabo en aquellos agavillados años, por lo que si los nacionalistas vascos, gallegos y catalanes pretendieron aguarnos la fiesta, que sepan que no se han salido con la suya. Más bien al contrario, pues somos millones los ciudadanos que nos congratulamos de su «huida» de la Cámara baja.
Por esa circunstancia, los que de verdad respetamos la memoria del inolvidable presidente, aunque haya sido por televisión, estuvimos más tranquilos y relajados. Sin la preocupación de que fuera boicoteado o entorpecido tan impresionante momento.
Quizás hace algunos años, Adolfo Suárez, con su talante y empatía, hubiera logrado convencerlos de que con su actitud no se puede andar por la vida.
Pero en este momento, ante lo imposible, seguro que desde la eternidad, como siempre, les ha vuelto a sonreír.
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