La Nueva España » Cartas de los lectores » Contigo, Dios, a contrapelo

Contigo, Dios, a contrapelo

3 de Abril del 2014 - Rafael Gutiérrez Amaro (Linares (Jaén))

Gracias Señor por estos años en esta familia tuya dentro de la Iglesia llamada Opus Dei, aunque dando traspiés he podido estar, y quiero seguir estando, con decisión y un aceptable grado de firmeza.

Hubiera querido que, en mi vida, hubiera habido hasta ahora: más coherencia, más fidelidad, más profundidad evangélica. Aquí, en la Iglesia y en el Opus Dei, es verdad que he estado y sigo estando siempre: buscando decididamente ese manantial de aguas puras y cristalinas con las que no tener nunca más sed, buscando además: ese mana sabroso, esa palabra divina, ese tesoro, esa dicha De todo he encontrado, pero: No he sabido saciarme, ni he sabido llenar las alforjas: de más pureza, de más bondad, de más gracia, de más amor.

Muchas veces me he perdido en mi propia mezquindad, me he perdido en el desaliento de transitorias preocupaciones y a Ti Señor Jesús te he dejado, te he dejado a ti Jesús mío para hundirme miserablemente en el lodazal de mis propias inquietudes y desasosiegos. Jesús no te he sabido ver tantas veces, no te he sabido oír, no he sabido pisar fuerte y seguir caminando, y me he parado: en esa cloaca inmunda o en ese placer o en ese paraje acaramelado e inconsistente o en esa contienda inhumana y desalentadora.

Otras veces he perdido la confianza en Ti o he perdido negligentemente tu mirada limpia; en otras ocasiones: me he distraído, me he aburguesado, me he dormido; y te he dejado solo y he dejado solos también a los tuyos: a tus pobres, a tus enfermos, a tus atribulados, a los hombres y mujeres que te ignoran o a aquellos otros que te insultan y te matan; todos de una forma u otra necesitaban de mí. Señor de nuevo, una vez más te he ignorado sabiendo las necesidades de este mundo; un mundo que muchas veces se precipita en abismos infernales; y yo sin hacer caso he huido buscando un placer o un descanso, he huido lejos de Ti

Y pronto de nuevo asombrado he visto mi soledad y mi desolación y he vuelto como el hijo pródigo al encuentro del Padre. He vuelto a mí divina casa, junto a los míos. He vuelto a ese hogar en el que: Tú hablas, Tú explicas, Tú nos das calor, Tú nos amas. Y ahora Señor, de nuevo estoy contigo: cuídame, para que nunca más me prive de tu acogedora presencia.

Cartas

Número de cartas: 46126

Número de cartas en Octubre: 64

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador