Bolinaga o los privilegios de un asesino
Es increíble lo que está sucediendo. Un terrorista condenado por secuestro y asesinato anda suelto por la calle porque resulta que se está muriendo, pero de esto hace casi dos años y este tipejo todavía sigue vivo.
¿De verdad se está muriendo esta alimaña? Por mucho que digan los informes médicos, no me lo creo, porque por ahí anda el tío tomándose sus vinos con sus
amigotes y sin haber dado la mínima muestra de arrepentimiento por todo lo que
ha cometido.
¿Qué compasión se puede tener de un individuo que cosió a balazos a un guardia
civil y que mantuvo secuestrado a Ortega Lara durante meses y meses en un zulo inmundo y que cuando fue detenido es tan indecente que no quiso decir dónde lo retenía, estando a muy pocos metros del escondite, siendo su único propósito dejarlo morir de hambre?
Ahora, para colmo, debido a su ¿gravedad?, en lugar de meterlo de nuevo de cabeza en prisión, el juez lo confina en su casa de la que únicamente podrá salir si tiene que ir al médico, pero con vigilancia continuada. Pero vamos a ver, si todos estamos viendo en las buenas condiciones que se encuentra este tipo, ¿no estaría mejor en la cárcel?, porque de esta otra manera los que pagamos la prisión del individuo en cuestión somos los ciudadanos. ¿Cómo es posible que una alimaña como ésta tenga estos privilegios?
Algo huele muy mal. Y como decía Gila: Alguien está engañando a alguien.
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