A los veteranos del Real Oviedo
Un año más –y ya son once ediciones– nos volvimos a reunir antiguos directivos con jugadores y técnicos veteranos, amén de otros trabajadores jubilados, en un encuentro que nos permitió compartir, perfeccionar y moldear juntos nuestros sueños. Además, pudimos recordar en camaradería tiempos pasados y rememorar con la sonrisa en los labios anécdotas vividas.
El Real Oviedo acaba de cumplir 88 años de historia y vosotros, los veteranos, sois una parte indispensable de este club y esa familia que en todo este tiempo ha generado sueños y pesadillas, alegrías y decepciones; pero, por encima de todo, ha despertado, despierta y seguirá despertando infinidad de ilusiones.
Nunca me cansaré de agradecer a todos los jugadores que algún día defendieron la camiseta del Real Oviedo el compromiso con sus colores, con la afición y la ciudad. Quizá ya no os citen en los titulares de los periódicos, ni os den una palmada en la espalda al pasear por la calle, ni se acerque un niño ruborizado para solicitar un autógrafo o inmortalizar el encuentro en una foto que más tarde mostrará con orgullo a sus amigos de la escuela. Pero sabed que los buenos oviedistas, los oviedistas de corazón, jamás olvidamos a quienes de una u otra manera contribuisteis a cimentar los 88 años de historia del club. Vuestra honradez, esfuerzo y compromiso siguen siendo reconocidos y valorados. Vosotros habéis dejado un legado que engrandece aún más el escudo y la camiseta. Vuestras hazañas están grabadas en nuestra memoria. Sois el espejo al que mirar para reconstruir unas bases sólidas que permitan llevar al Real Oviedo a ese ansiado resurgir.
Todos los que cada año acudimos a esta festividad deseamos fervientemente que el club recupere el lugar que ocupó en su día. No cabe duda de que atravesamos tiempos difíciles en lo económico y en lo deportivo. Indudablemente se han cometido errores, pero de ellos se aprende para, con unidad y afán de superación, intentar conquistar los retos que nos fijemos. No es momento para el desaliento, el desánimo o el lamento. Es momento para luchar por construir un futuro, para arrimar el hombro, para contribuir con el mismo empuje y orgullo con el que vosotros, los veteranos, salíais por el túnel de vestuarios del Tartiere aquellas gloriosas tardes de domingo. Hoy, el Real Oviedo demanda que todos empujemos el balón en una misma dirección y que el club, con orden, planificación y cordura, vuelva a generar ilusiones.
Finalmente, felicitar a todos los que fuisteis distinguidos el sábado, en un día tan especial, y compartir un recuerdo muy especial para aquellos oviedistas que ya no pudieron acompañarnos.
Ramiro Fernández Alonso
Socio número 673 del Real Oviedo, Oviedo
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