La Nueva España » Cartas de los lectores » Inevitables responsabilidades

Inevitables responsabilidades

14 de Abril del 2014 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

La OLAF informa a la Fiscalía: ¿ha hecho los deberes Europa? No; no se puede esperar a una denuncia política para tener inspectores propios en un proyecto de fondos europeos. Europa no ha querido inspeccionar de oficio sus proyectos. Lo mismo espetó un sindicalista hace años: «el sindicato no trabaja de oficio». Al final es mala cosa: los trabajadores de las pymes (o UTEs) eventuales en su mayoría, pueden libremente afiliarse a un sindicato, pero las cosas que tienen que sufrir no las pueden denunciar: el empresario, obviamente libre, puede negarse a renovarles el contrato. El miedo al despido es consecuencia del desempleo mantenido por aquellos a quiénes beneficia; pero también la diferencia salarial entre el hombre y la mujer, o entre pymes y grandes empresas, o que el mayor porcentaje de trabajadores se da en las pymes mientras que el mayor porcentaje de afiliación sindical se da en las grandes empresas: todo esto, que amedrenta, se mantiene. Un sociólogo diría: «Los programas de empleo subvencionados por el Estado y vinculados a clientes políticos son incompatibles con una cultura cívica». Pero los agentes sociales están subvencionados y llegan a pactos de concertación por la formación y el empleo con los estructurales fondos europeos de formación sin impartir por funcionarios. El malvado es un ser que se beneficia a sí mismo a costa del bien general, al que aquí llaman «listo»; el comprometido puede salir perjudicado al procurar el bien de los demás, pero es «tonto» por ello; y el que acaba votando a los mismos para luego sintiéndose estúpido despotricar solidarizándose con los demás, ese es un «ciudadano» ejemplar. Lo cierto es que los votantes en España hace tiempo que no son ciudadanos: se limitan a votar en listas cerradas programas elaborados por élites políticas que, luego, divulgados por sus fanáticos afiliados como gran verdad libertadora: son primero aclamados y luego votados. Ahí radica la esencia de todo: el miedo a perder el empleo o la colocación. A pesar del discurso de izquierdas, el paro en 1974 era de 3,2%; en 1985, tras ganar las elecciones el PSOE, del 21,4%; en 1990 del 17%; en 1994 del 24.1% y entonces fue cuando los JASP se convirtieron en «españoles por el mundo» mientras que aquí, le daban el ladrillazo a España. Ahora, con un 26% de paro y un 46,4% del juvenil, las personas buscan sobrevivir en un mundo que deberá asumir la desaparición del «obrero», del empleo, y del salario. Los inteligentes que progresan sin perjudicar a los demás, e incluso los benefician, ya no existen; y, si se dejasen ver por aquí, los ningunearían como a «locos». Al inteligente lo llaman «loco», al malvado «listo», al estúpido «ciudadano», y al comprometido «tonto». Esta corrupción de conceptos practicada por los gobiernos de Felipe González y asociados, luego mejorada por los de Aznar, Zapatero&Cia, es ahora, podrida, aprovechada por el de Rajoy. Las orejeras, arrancadas de un tirón traumático y doloroso por esta crisis, se caen y vemos que no vivimos en una democracia consultiva y participativa, que hemos sido seguidores de liderazgos concentrados y autoritarios y que, como comparsas, también somos inevitables responsables. Votemos a otros, veamos las cosas de otra manera, tengamos ideas propias y debatámoslas. Europa debe cambiar.

Cartas

Número de cartas: 46126

Número de cartas en Octubre: 64

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador