Contenido en agua y humedad relativa
Hace años, la empresa en que trabajaba, recibió la reclamación de que un sistema de automatización neumática se había colapsado por nuestra causa. Como delegado, los visité y tomé nota. Nuestro experto me dijo: «Tranquilo, cojo el primer avión y los vamos a ver». Cuando llegó, escuchó la exposición de cómo la recién estrenada maquinaria que habían comprado se había vuelto inservible sin que la empresa suministradora aceptara reclamación alguna por estar todos sus componentes llenos de agua y sin reparación posible. Como el deshumidificador requerido se lo habíamos vendido nosotros, nos consideraban responsables. Terminada la exposición de sus quejas, mi compañero, tranquilo, les dijo: «Podría ver su sala de compresores». Fuimos y pidió que le abriesen el desagüe de un calderín: por él salieron litros y litros de agua. Les explicó que debían enfriar el aire a la salida del compresor y purgar con frecuencia para evitar que el agua entrase a su sistema; pero, sobre todo, tenían que quitar la toma de aire de entrada a los compresores de la soleada pared sur, y ponerla en la sombría y húmeda pared norte. Como había estudiado y resuelto muchos problemas de contenido de agua y humedad en la asignatura de Termotecnia, entendí enseguida lo que indicaba; pero no había tenido antes, la destreza suficiente para ver esta consecuencia práctica. Luego explicó que nuestro deshumidificador, como bomba de calor, era muy eficaz secando el aire, pero inútil en relación a la niebla de agua en spray y aceite quemado que le habían enviado. Diez años después, en proceso de cierre la empresa anterior, habiendo sacado unas oposiciones específicas para ser funcionario docente de «Automatismos oleohidráulicos y neumáticos fui a visitar una multinacional de Gijón para hacer una investigación de campo. (Por cierto: no ha vuelto a haber oposiciones específicas docentes en esas tecnologías. Quizás porque, en esa época de 1984, olvidando la existencia de los funcionarios docentes del Ministerio de Trabajo, el gobierno de Felipe González, declaraba por Ley que sólo eran funcionarios docentes los del Ministerio de Educación y Ciencia, dejándonos sin derechos docentes. Una locura apoyada por los sindicatos sin que ningún juez pudiese ir contra Ley alguna, ni nadie impedirnos ejercer nuestras específicas funciones docentes). Al saber la empresa visitada de mi especialidad en neumática, me comentan los muchos problemas que tenían con el aire comprimido a causa del agua. Pido ver la sala de compresores, y, de nuevo, las tomas de aire estaban al soleado lado sur. Entonces les explico que ese aire seco esta cargado de agua, que deben tomar el aire de la zona fría y húmeda del norte, pues, ese aire con un 100% de humedad, tiene mínimos de agua.
Claramente, los países cálidos del sur, como Italia y España, son intelectualmente brillantes, pero desarrollan el mínimo de contenidos en destrezas cognitivas prácticas; mientras que los fríos del norte, como Finlandia y Japón, que no son intelectualmente mejores, tienen más contenidos en destrezas y las aplican en sus diseños y realizaciones. Pero es lo que hay, nos lo indican el PISA y el PIAAC.
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