Torrestío no es una braña

Como alcalde de San Emiliano (León), me veo en la obligación de informar sobre algunas inexactitudes aparecidas en el artículo publicado por LA NUEVA ESPAÑA el pasado 18 de abril y completar la información del mismo.

En primer lugar aparece en dicho artículo algo que en cierto modo molestó a mis convecinos y a mí cuando se refiere a «la braña leonesa de Torrestío». Torrestío no es «una braña». Se trata de un pueblo de vaqueros de alzada, cuyos habitantes solían dejar el pueblo en otoño para irse a lugares de la costa asturiana, de clima más benigno. Su destino era Las Regueras, Llanera, Gozón, Gijón, Oviedo, otros lugares de la Asturias central para regresar en primavera a Torrestío. En la actualidad, es uno de los pueblos con mayor crecimiento de Babia debido a las residencias de verano que construyen los descendientes de antiguos vaqueros y otros visitantes atraídos por la belleza del entorno y por las posibilidades de sus pastos comunales. De hecho, nietos de antiguos vaqueros están recobrando la tradición trashumante. El pueblo de Torrestío tuvo, y aún tiene, brañas (es decir, construcciones para recoger a su ganado y pastores en épocas de temporal adverso) en los montes El Ciscón, Matamala, Traspando, Valverde, Las Frías, etcétera.

Torrestío no es una braña ni tampoco contamos con referencias históricas que lo nombren como tal. Según la investigadora leonesa Fernández Cuervo, basándose en las fuentes del Catastro del Marqués de la Ensenada, en el Archivo Histórico Provincial de León, en el Archivo General de Simancas y en los protocolos notariales del Partido de Murias de Paredes, Torrestío, como la mayor parte de los pueblos de Babia de Yuso, es un pueblo de realengo que pagaba al rey 2.000 reales. Tenía en el siglo XVIII una población de 110 vecinos (124 casas), la más alta de Babia y la mayoría de ellos eran hidalgos. El pueblo poseía casa para las juntas del Ayuntamiento, cárcel de dos plantas (aún hoy se pueden ver sus vestigios) y una escribanía vinculada al mayorazgo de D. Lope Álvarez de Quiñones. La casa más valorada pertenecía al noble D. Bernardo Álvarez Estrada. En la actualidad, tras cambio de dueños y varias modificaciones, es el establecimiento La Solana. Según las fuentes citadas, este pueblo tenía la característica de quedar desierto en otoño porque las gentes iban a las costas de Asturias y volvían en primavera (es decir, que prácticamente todos sus habitantes eran vaqueros de alzada en esa época) y la mayoría de sus vecinos eran arrieros, como también lo atestigua Jovellanos en sus viajes por Asturias y León). En el catastro del marqués de la Ensenada se citan las siguientes cantidades de ganado trashumante: 819 cabezas de ganado vacuno, 121 caballar, 256 caballos de carga, 147 ovejas merinas, 2.500 ovejas churras, 200 de ganado cabrío y 546 cerdos. Sobran comentarios sobre la magnitud de esta cabaña para un pueblo trashumante en esa época.

En segundo lugar quiero explicar brevemente el proyecto Ruta de Alzada Las Regueras-Torrestío. Este año se cumple el centenario de la construcción del edificio del Ayuntamiento de San Emiliano y, con ocasión del mismo, organizamos mensualmente una actividad relativa a la etnografía, al agua, a la minería, etcétera. Una persona vinculada a los vaqueros de Torrestío (quien prefiere permanecer en el anonimato pero que desde el principio trabajó intensamente en este proyecto) me propuso realizar una actividad de reconocimiento a dichos vaqueros y que este año se iniciase en Las Regueras porque, en la actualidad, todavía existen familias que suben a Torrestío con sus ganados en primavera. Esta persona diseñó el plan y me puso en contacto con la alcaldesa de Las Regueras, quien acogió con gusto la idea añadiendo que era algo que ella tenía en mente. Nos reunimos con los alcaldes de las zonas trashumantes: Santo Adriano, Proaza, Quirós y Teverga, los cuales se sumaron al proyecto en calidad de colaboradores; de manera que, con el esfuerzo de todos, pronto salió el esbozo de programa. Éste se presentó al municipio de Oviedo, dado que la ruta vaquera propuesta pasa por Trubia, que brindó su colaboración también.

En referencia al programa, quiero indicar que la ruta se puede hacer a pie, a caballo y en coche, y que tendrá lugar del 9 al 11 de mayo. Se pernoctará en Proaza/Santo Adriano la primera noche y en Teverga la segunda. Este municipio ha diseñado un plan magnífico para la tarde del sábado 10 de mayo con el fin de agasajar a los participantes: visita guiada a la Colegiata, mesa redonda con antiguos vaqueros que antaño hicieron la ruta a pie, y una obra de teatro. Todo gratuito. Los participantes podrán también pernoctar gratuitamente en los polideportivos de Teverga y Proaza, al igual que los caballos en el mercado de ganados de Teverga. Además, muchos de los establecimientos de Teverga, Santo Adriano y Quirós ofrecerán un 15% de descuento y el Museo Etnográfico de Quirós descuenta el día 19 de mayo un 50% del importe de la entrada a los visitantes que participen en la ruta. Las personas inscritas en la ruta serán obsequiadas con una mochila con el anagrama de los vaqueros creado a este fin, con un guía programa de la ruta y con un picnic para cada día, ofrecidos por los ayuntamientos de origen y de paso de cada etapa. Y en el caso del punto final, Torrestío, el Ayuntamiento de San Emiliano invita a una caldereta de cordero al mediodía y a una representación del folclore babiano.

La comitiva a pie saldrá del restaurante Casa Edelmiro (Biedes, Las Regueras) el día 9 de mayo, a las 13.30 horas (los jinetes saldrán el día siguiente) y la alcaldesa de Las Regueras, el otro Ayuntamiento organizador de este proyecto, dará la salida, para iniciar así la primera ruta de alzada a pie; ruta que esperamos repetir en futuras ediciones, ampliándola a otros lugares de destino de los vaqueros de Torrestío como son Llanera, Gozón y Gijón, satisfaciendo así las solicitudes que estamos recibiendo de los vaqueros de Pruvia y Lugo, un gran número de los cuales se inscribió en esta actividad junto con los descendientes de los vaqueros de Latores, quienes también están participando activamente en la consecución de este proyecto.

Basilio Barriada, alcalde de San Emiliano

Babia (León)