Por qué mundo apostar
El otro día me encontró con el siguiente texto que creo guarda mucha verdad y era el siguiente:
Un antiguo indio cherokee dijo a su nieto: «Hijo mío, dentro de cada uno de nosotros hay una batalla entre dos lobos. Uno es la ira, la envidia, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras y el ego. El otro es benévolo, es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la humildad, la bondad, la empatía, la verdad».
El niño pensó un poco y preguntó, «¿abuelo, que lobo gana?». El anciano respondió: «el que alimentas».
Viendo esto habría de apostarse por el que favorezca el bien común, la plenitud, una dignidad e integridad de las personas, favorecer una igualdad, una decencia, una probidad, una justicia y un respeto. Y lo que haga todo el mundo resulte equiparable en premios y castigos, se defienda la verdad, no negar la razón e imponer la fuerza. Y de esta manera podríamos intentar hacer un mundo sensato, respetable y digno de ser vivido. Y no «empobrecerse» todo cuanto debería ser la persona y el mundo que habitamos. Queda en cada uno de nosotros por tanto saber qué persona queremos ser y por qué mundo apostar.
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