En recuerdo de Cándido Rubio
Normalmente, cuando muere una persona todo son alabanzas en su nombre, quedando al descubierto sus bondades y méritos, como si antes no se hubieran apreciado debidamente. Pero en este caso no será preciso emplear ningún calificativo, pues nuestro amigo Cándido (haciendo honor a su nombre) ya fue en vida acreedor a los mejore elogios, propios para un hombre amable y servicial, rebosando todos los límites, y podemos asegurar que ante una necesidad ajena nunca esperó a que le pidieran ayuda, encontrando solución para todo.
Como miembro de la Orquesta Langreana de Plectro jamás faltaba a un ensayo, siendo el primero en acudir para estudiar las partituras.
Víctima de la dolorosa y larga enfermedad, aún realizó verdaderos esfuerzos para seguir asistiendo a la cita con la música, pero su espíritu fuerte tuvo que doblegarse ante la flaqueza del cuerpo, herido por la desgracia.
Querido amigo: tu ausencia es muy notable, y los que siempre te quisimos sentimos mucho tu falta, buscando en la oración el consuelo. El consuelo que deseamos también para Estelita, tu esposa, y para tus hijos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo