Paradas de taxis en el nuevo HUCA
¡Levantate y anda!, conminó Jesucristo a su amigo Lázaro de Betania para que despertara de entre los muertos y prosiguiera su camino entre los vivos.
Los taxistas de Oviedo tal parece que necesitamos un milagro para que don Faustino Blanco, consejero de Sanidad del Gobierno asturiano, nos reciba y se haga eco de las reiteradas solicitudes de entrevista que hasta la fecha le hemos cursado.
Según el cronista Juan, Lázaro aún lívido, no se explicaba tan extraordinario acontecimiento al albur de un razonamiento lógico. Don Faustino no tendría que plantearse que situar dos paradas de taxis en el recinto del nuevo hospital no guarda paralelismos con la consumación de un hecho milagroso, mas bien es la obligación terrenal de todo buen gobernante de dar un adecuado servicio a los usuarios de la sanidad asturiana. No se comprendería que un hospital de referencia como el de La Cadellada careciera de algo tan necesario para enfermos, visitantes y trabajadores como es una parada de taxis.
Si lo que en el 2010 se entendió como una necesidad y quedó resuelta en dos entrevistas con los responsables de Gispasa, que previendo una inmediata apertura de las instalaciones, acordaron con las dos asociaciones del taxi de Oviedo la ubicación de entre veinte y veinticinco vehículos en sendas paradas: Una en la unidad del hospital de día y la segunda enfrente de la puerta principal.
El taxi para los enfermos que acuden a los hospitales, muchas veces, es la única posibilidad real para poder asistir a una consulta o ingresar, si este servicio no lo tiene a mano, se le encarecerá innecesariamente. Así lo entienden todas las estructuras hospitalarias del país, que priorizan las paradas de taxi en aquellas zonas más concurridas.
Los lázaros, los vivos y los que trabajamos el taxi en Oviedo le pedimos que obre un milagro, don Faustino: ¡Recíbanos y hablemos!
Gabino Pérez Santos es presidente de la asociación sindical de autónomos de Oviedo de la Federación Asturiana, Oviedo
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