Rajoy culpable al menos in vigilando, in eligiendo
Se hace difícil catalogar a Rajoy sin caer en adjetivos vulgares, que no por ello justos en toda regla cuando se trata de describir comportamientos irregulares -por calificarlos suavecito- en personajes que se deben a los demás ciudadanos. Podrían ser delitos varios anexos al cargo de responsabilidad que ocupa; despilfarros, faltas administrativas o simple culpa in vigilando pero a este Señor alguien debe llevarlo ante un Juez, si no se va. No puede ahora desmarcarse de su responsabilidad por los cargos que ocupaba cuando sucedían esas cosas como él denomina, dentro de la sede de su partido; y con él, una serie de personas que le acompañaban.
¿Cómo es posible consentir un solo día más, no solo de Presidente del Gobierno, si no en cualquier cargo público a quien no enteraba como mínimo de lo que se cocía en Génova? Cuando lleva años entre secretaria general y presidencia del partido siendo la persona que debiera haber evitado todas esas cosas: unos Tesoreros que válgame Dios, se pagaba la reparación de la sede en negro, se introduce de lleno la Gürtel de invitada preferente, se reparten sobres en negro dicho por uno de esos tesoreros compañeros del alma, se cobran sobresueldos cuando al resto de ciudadanos les estrujan hasta el aire que respiran, se pagan finiquitos en diferido, se despide sin despedir, se pone la mano en el fuego por todos y cada uno de los imputados, etcétera. ¿Que más tiene que pasar para que el Señor Rajoy se sienta obligado por dignidad y vergüenza torera a dejar cualquier cargo público?
Solo la simple obligación de responsabilidad, de estar y saber cuánto ocurra a su alrededor cuando se ocupa un cargo tal, es suficiente para atribuirle por descuido o defecto de vigilancia una presunción de culpa, entendida como culpa in vigilando u otra parecida por una desacertada elección culpa in eligiendo ¡¡¡Usted Señor Rajoy no puede seguir como si nada fuera con usted!!! Y salir con que -esas cosas- fueron equivocaciones, confianzas o simples errores, en política todo ello como mínimo se paga con la dimisión inmediata.
Siento vergüenza ajena y propia de consentir en nuestras instituciones y administración individuos que se corrompieron, despilfarraron y como decía, como mínimo se dejaron acompañar de golfos sin que mediara hasta ahora un dedo acusador sobre ellos, de sus jefes y responsables entre los que se encontraba usted Señor Rajoy; es más, no solo no los denuncio, es que los defendía. Lo cual nos da a interpretar que participaban en todo el sarao, o quizás no se enteraban de nada, lo cual en ambos casos quedan descalificados para ocupar cualquier cargo de responsabilidad dentro de nuestras instituciones, sin obviar que en el primer caso, no valdría solo la dimisión, sino que la justicia debiera actuar implacablemente sobre este tipo de actuaciones irregulares o delictivas.
Señor Rajoy, como ve, esas cosas no se saldan con salmos de que no vuelvan a ocurrir, usted si no participó en ello, al menos estuvo acompañado de sujetos de poco fiar, y no se enteraba de nada de lo que hacían, además con la particularidad cosa que nadie puede digerir, que aun sabiéndolos raritos y con dinero en Suiza, ponía la mano en el fuego por ellos con mensajes de ánimo- ¿Cómo podría justificar esto sin salirse por la ramas? amigo mío, como ya hemos dicho, eso tiene un castigo mínimo: La Dimisión, que le haría honrar su propia existencia, de lo contrario estaría haciendo un flaco favor a nuestro País con serias dudas sobre la responsabilidad, dignidad u honestidad de su clase política, incluida la Presidencia.
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