Los Primeros de Mayo siguen sin estar a la altura
Primero y antes de nada, vaya por delante decir que con este comentario para nada se pretende demonizar el sindicalismo, sino más bien todo lo contrario, pues vemos en él uno de los pilares de nuestra democracia. Simplemente tratamos de avivar, de espolear la autocrítica.
Últimamente, a los sindicatos no les gusta leer y mucho menos escuchar que se han desconectado de los problemas de los trabajadores, que se han convertido en un poder más, y es así como los ve una parte sustancial de nuestra sociedad: «lobbies» que van a lo suyo. Y eso es lo que están demostrando ser, un poder con todos los tics de los poderosos.
Las manifestaciones de este Primero de Mayo han vuelto a poner de relieve las carencias de las centrales sindicales, entre otras, su escasa química con los ciudadanos. En las marchas y los discursos poco más queda que la liturgia estética, las banderas, las pancartas y las arengas.
Otra de las verdades del barquero es que los sindicatos han perdido mucho de su crédito social por su terca desunión, por sus frecuentes escándalos de corrupción y porque su mensaje atufa a rancio en exceso y no ofrece respuestas convincentes a los retos de la nueva sociedad del siglo XXI.
Por su parte, los líderes de las centrales dirán que este Primero de Mayo sacaron a la calle a miles de manifestantes que alzaron la voz contra el austericidio y que se enfadaron porque hay mucha gente que pasa hambre. Todo ello no deja de ser cierto, pero la triste realidad sigue revelando que «pasado el día, pasada la romería».
Los problemas actuales del mundo laboral siguen pidiendo a gritos soluciones imaginativas y mucha capacidad de diálogo, pues aún no se ha encontrado el equilibrio entre ser sindicato de clase, combativo y peleón y crear espacios para la negociación y el consenso.
Ciertamente, y bien que lo sentimos, porque una democracia avanzada y participativa como la nuestra necesita fundamentalmente la pujanza de unos sindicatos fuertes, con sólida vitalidad y, desde luego, mucha acción en pro del trabajador.
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