Parece que fue ayer
El próximo día 23 del presente mes de mayo tendrá lugar en la Casa de Cultura de Tapia de Casariego un acto de despedida del alumnado de 2.º de Bachillerato del Instituto Marqués de Casariego, que supongo coincidirá con un acto similar en la mayoría de centros educativos del Principado de Asturias.
Pasaron muchos años desde que un día mi hijo, al igual que todos sus compañeros, iniciara la andadura escolar, pasando por las diferentes etapas o ciclos de educación obligatoria y que ahora concluye con la graduación de Bachillerato y la entrega del diploma que así lo acredita.
Recuerdo con meridiana claridad los inicios de esta andadura escolar, que he de reconocer se me hacía cuesta arriba, muy difícil de sobrellevar. Alguna voz muy allegada y con gran experiencia (no en vano la había pasado en varias ocasiones) me decía: no te preocupes, todo llegará. Yo en el fondo y racionalmente sabía que tenía razón, pero el camino se me antojaba eterno.
El eslabón de la figura de los abuelos (quien tuvo la suerte de disfrutar de ellos) es esencial en la educación de los niños y de apoyo a los no tan niños, pues su experiencia al haber sido anteriormente padres les sirve incluso para corregir los posibles errores en que anteriormente pudieran haber incurrido con sus propios hijos, ahora que disponen de mayor tiempo. Siempre están dispuestos a todo, no escatiman en nada. Con esa templanza, serenidad y tranquilidad que les otorga la madurez consiguen que se reequilibre un poco la situación producida por el vertiginoso ritmo con que actualmente nos toca vivir nuestras vidas.
Pues bien, he ahí que hemos llegado al final del primer túnel, del primer peaje importante de la educación de nuestros hijos. Aprovechemos, pues, y disfrutemos del presente en su compañía y apoyémosles en todo cuanto podamos, pues a partir de ahora tendrán que asumir aún más responsabilidades, empezarán a tomar no sus primeras pero sí quizá las más importantes decisiones que muy probablemente vayan a influir en el resto de sus vidas. Ayudémosles pues a volar, a afrontar los nuevos retos después de esta primera e importante andadura. Démosles toda nuestra confianza, hagámosles sentirse arropados, si es posible compartiendo y colaborando en la toma de sus decisiones, pero pongamos el resto en la medida de nuestras posibilidades, dejándoles elegir libremente, según sus preferencias, en lo que probablemente supondrá el devenir de su futuro.
Quisiera dar las gracias a todos los intervinientes en estas etapas escolares, desde el primer maestro/a en la Educación Infantil, pasando por todos los ciclos, hasta el último profesor en esta postrera etapa de Bachillerato. Una parte muy importante de la educación de los alumnos está en los profesores, en su forma de involucrarse, en su profesionalidad.
Personalmente y en lo que respecta a mi hijo, espero estar a la altura de lo que me corresponda, colaborando y apoyándole en lo necesario y así poder disfrutar y compartir con él los éxitos futuros.
Como decía Nelson Mandela, la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. Usemos esta arma en beneficio de todos.
Luis Carlos Méndez Fernández
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