Qué pasa con el Real Oviedo

Nadie entiende lo que está pasando en el Real Oviedo en estos últimos años. Cuando entran en el consejo personas como Toni Fidalgo, Sabino López, etcétera, con cierta experiencia en el mundo del fútbol, para sustituir al consejo anterior dirigido por Alberto González, según este nuevo consejo, la sociedad estaba en una mala situación, pues el equipo tenía media plantilla de jugadores con un coste de 900.000 euros, herencia dejada por el anterior consejo y para fichar la otra parte de la plantilla más el entrenador sólo se disponía de 300.000 euros. Con un trabajo muy eficaz, salvando las muchas dificultades con que se encontraron logran empezar la temporada y el equipo va por los puestos de arriba. Más tarde viene la ampliación de capital y el Real Oviedo ocupa las páginas de toda la prensa internacional, medios de comunicación, televisiones del mundo... a partir de ahí entra el grupo Carso como máximo accionista y, con muy buen criterio, decide que siga el actual consejo.

Hasta ahí todo va bien. Más tarde se refuerza el equipo con cuatro jugadores que no dan la talla, se invierte mucho dinero, al poco se destituye al entrenador Sarriugarte, contratan a otro entrenador nuevo, se juega la fase de ascenso, se elimina con mucha fortuna al Albacete y caemos contra el Éibar. La pregunta que hago es ¿quienes fueron los responsables de esos cuatro jugadores? Unos dicen que con el visto bueno de Sarriugarte –a mí me parece que no–, pero la realidad es que el Real Oviedo lleva muchos años sin tener técnico, esa persona responsable en la contratación del entrenador y los jugadores. Los errores continúan en el consejo de Toni Fidalgo planificando la temporada 2013-2014: pueden fichar a Paco, una persona de la casa y con cierta experiencia como entrenador además del trabajo realizado con el Caudal en la temporada anterior, creo que lo descartaron. Toni Fidalgo renueva a Granero, un entrenador que solo vendía humo, con él vino Carmelo del Pozo. Entre los dos son los responsables de las bajas y las altas para confeccionar la plantilla. Después de hacer esto, Toni Fidalgo se va. Pasa a ocupar la presidencia Sabino López y el Real Oviedo empieza la temporada dando malas sensaciones, lo elimina de la Copa un Tercera División y en el equipo las sensaciones son malas; en todas las líneas son incapaces de dar dos pases seguidos, algunos dicen que hay mucha presión en casa porque la afición les pide mucho, y yo les contesto con mi humilde conocimiento del fútbol (soy el socio número 139, algo de fútbol he visto), tenemos la gran fortuna de tener una de las mejores aficiones del mundo, muy tolerante y que sabe valorar al futbolista; en definitiva, porque sabe de fútbol y esto no se consigue en un día, es heredado de nuestros abuelos y padres para llevarlo a nuestros hijos y nietos. En definitiva, la historia de nuestro equipo está en el museo ubicado en el Carlos Tartiere, donde pueden pasar a verlo todos los amantes del fútbol.

Cuando se celebra la junta de accionistas en el Auditorio por el consejo de Sabino López (por cierto, estuvimos hasta altas horas de la madrugada), al no aprobarse las cuentas, el consejo dimite y con bastantes discrepancias entra un nuevo consejo (señores Vallina-Paredes y Corral), se calma un poco la situación, habla Parades promete trabajar con la cantera. El equipo continúa con unas actuaciones muy irregulares, el grupo Carso manda desde México a una persona que lleve la parte técnica, por cierto desconocedor de la situación actual del fútbol en Asturias –y por supuesto, de España–, pasa un período corto y de repente en el Real Oviedo se toman decisiones: se destituye al entrenador Granero, dejando que continúe otro responsable en los fichajes como es el señor Carmelo del Olmo; también se dan bajas como es el responsable de la cantera Fermín y Vili actual gerente del club. Con todos estos despropósitos le dan la responsabilidad de llevar los destinos del Real Oviedo a un entrenador del equipo juvenil que no pongo en duda que en un futuro pueda ser un buen entrenador, pero en la actualidad fue un riesgo muy precipitado, dado que está empezando y la falta oficio. Al final el desastre fue mayúsculo. Señores Elías yerno de Slim, Vallina presidente, Paredes y Corral, consejeros: tomen cartas en el asunto y piensen en la afición del Real Oviedo, que lleva muchos años cansada de engaños y sufrimientos y lo que desea es llegar a la Segunda División. Desde esta categoría es más fácil trabajar la cantera, dar el destino del Requexón a muchos y buenos técnicos que tenemos en Asturias y a esas personas que encima de fichar mal a ciertos jugadores con contratos hasta el 2015 no les den la responsabilidad de que se vuelvan a equivocar en perjuicio del equipo. Desde el Ayuntamiento creo que tenemos la ayuda necesaria, dentro de lo que cabe, y así lo han demostrado, y es el grupo Carso el que tiene la última palabra. Animo a nuestra afición a seguir como siempre en la brecha en favor del Real Oviedo para volver a la categoría que nunca debimos perder.

Ataúlfo Fernández, Tofi, socio número 139.

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