Pobreza en las calles
Mientras escuchamos discursos de políticos indicándonos que la economía de nuestro país mejora, sigue aumentando la tasa de desempleo y vemos cada vez más mendigos por la calle. A este colectivo, se suman los mendigos en las puertas de supermercados solicitando algo de comida, al contrario de los que piden dinero, que no sabes en qué lo gastarán; en el mendigo que pide comida vemos realmente la necesidad de subsistir, delante de estos, podemos contribuir en la medida de lo posible a ayudarlos, preguntándoles qué necesitan aquel día, pensar que muchos de ellos tienen niños a los que mantener. ¿Qué nos puede costar, alrededor de 2 aproximadamente? ¿Y quien nos dice a nosotros, que en algún momento de nuestra vida, algún miembro de nuestra familia, amigos o nosotros mismos, nos podamos topar con esta cruda situación? No miremos hacia otro lado, la realidad está en la calle.
Parafraseando a María Teresa de Calcuta. A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota¨.
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