Una vergüenza
Para mí es una vergüenza lo que todos consideran el éxito de la solidaridad y consolidación de asociaciones como Cáritas, comedores sociales, Banco de Alimentos, etcétera... Esto lo único que significa es el fracaso de quienes nos gobiernan para repartir la poca o mucha riqueza que tenemos, pero desde luego que familias enteras tengan que ir a comer a Cáritas mientras los bancos reciben miles de millones de euros para sanearse después de robar a manos llenas eso tiene que ser delito por algún sitio. ¡Y los que más aplauden esta mal entendida solidaridad son los que más van a misa, se dan palmadas en el pecho a cada oremos del cura que oficie la misa de turno, y todo ello mientras la Biblia, Jesucristo y los que realmente son solidarios (misioneros, párrocos humildes en parroquias de las que serán expulsados por rojos...) son ignorados y acosados, porque la Conferencia Episcopal y la secta que se creen realizando otra cruzada de Occidente tiene demasiado poder, egoísmo, autoritarismo y está demasiado lejos de la Palabra de Dios, que dicen creer y predicar; realmente, parece que no han leído nunca la Biblia, sobre todo lo del rico, el camello y el ojo de la aguja.
Aviso para el político/tipo y periodista/bien pagado: esto no es demagogia, es la pura verdad; mi tía misionera en Angola desde hace 30 años os podría dar algunas lecciones como las que me dio a mí este verano, y que me sirvieron de pie para esta reflexión.
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