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¿Por qué esa violencia contra los políticos?

25 de Mayo del 2014 - José Viñas García (Oviedo)

No es una profesión de riesgo, entre otras cosas porque no debiera ser una profesión para nadie. Y aquí es donde reside el riesgo: en que las personas que se dedican a este menester no logren comprender que están para servir y no para servirse. Y que su permanencia en el cargo es simplemente elección de los ciudadanos y no que su cargo se lo ganaron ellos por su aspecto físico, por su listeza o cara dura. Lo cual si después de ser repudiados, perseguidos por la calle, siguen aferrándose al cargo, los verdaderos osados son ellos por no irse. Los ciudadanos son quienes deben darles valor en su cometido. Si les mintieron en todo su programa electoral para ser elegidos, si les siguen mintiendo después de estar, deben aprender que eso tiene un precio, irse antes de enfadar a quienes se deben. Por ello sólo ustedes son culpables de que los ciudadanos se sientan engañados, empobrecidos y abandonados a su suerte, cuando ustedes siguen viviendo a cuerpo de rey. ¿Es tan difícil de interpretar eso? ¿Qué quieren de los ciudadanos? ¿que estén en el paro, que no tengan para dar de comer a sus hijos y les aplaudan a pesar de todo? ¿Que deben consentirlos, seguir regodeándose por ejemplo, con sueldos de 15.000 euros al mes, viajar en “business” y traer de allá de Bruselas sólo malas nuevas, de que para salir de ésta tienen que ser los mismos paganos de siempre los que sufran su incapacidad para enfrentarse a Merkel y exigir que el BCE inyecte dinero a esta economía que destruye empresas y familias enteras?

Y si eso es poco, señores políticos apoltronados, presumen en campaña electoral del mismo modo que criticaban a ZP, de que superamos en no sé qué a Alemania, Francia, Italia y Dinamarca juntas; cuando la realidad de la calle es otra bien diferente: empleo estable que se destruye, nuestros jóvenes que se van a limpiar váteres a Alemania y el poco empleo que se crea es semejante a una esclavitud consentida en toda regla por ustedes.

Nadie debe alentar y permitir la violencia. Pero no se engañen, no se eximan de su responsabilidad: la violencia no nace de la nada, algo tendrán que ver ustedes en todo ello. Si sus decisiones o incapacidades deciden seguir maltratando familias enteras sin darles cobertura social y una renta mínima para poder subsistir mientras encuentren empleo, la violencia está servida en bandeja fina. Por ello, cambien sus modos y maneras de estar, enfréntense cara a cara a quienes les votan; concedan entrevistas, ruedas de prensa con periodistas que los evalúen, no les teman, y si eso no llega a ser ¡váyanse de inmediato! otro vendrá que sepa cómo actuar.

Quieren aprobar una “ley mordaza” para que las gentes no puedan manifestarse y discrepar de su manera de hacer política, para sólo ustedes mantenerse; eso genera violencia, es como colocar puertas al campo. Nadie puede frenar a un padre o madre que se encuentra sin pan y futuro para sus hijos. Esa pobreza genera violencia, y ninguna ley represora pondrá freno a la inseguridad que eso genera. Las manifestaciones de los responsables de los empresarios españoles también generan violencia, ya que después de esa reforma laboral donde tienen atados de pies y manos a los trabajadores siguen dando muestra de lo insaciables que son; por ejemplo, su presidente, al pedir que los empleados fijos y mejor remunerados pierdan derechos para dárselos a los que no los tienen, en lo cual lo único que apreciamos es que nos quieren a todos esclavos. ¿Qué decir de otro miembro de la organización empresarial que dice que muchos desempleados no tienen estudios y preparación y darles el salario mínimo es demasiado? eso también genera violencia ¿Quien limpiara nuestras calles, quien adecentara nuestro jardín, quien construyera y reparara nuestra vivienda, quien hiciera todos esos trabajos para los que no necesariamente se necesita un máster en economía, ésos, deben cobrar una miseria y verlos a ustedes en la abundancia –a ustedes algo les falta–. Eso genera violencia, quieran o no. Qué decir de la impunidad de sus corruptelas, derrocharon nuestro patrimonio, mandaron a la ruina bancos, cajas, empresas, ayuntamientos, comunidades y país y tenemos que verlos con indemnizaciones y jubilaciones millonarias mientras a los más débiles les siguen convenciendo que su sacrifico es justo y necesario eso genera violencia amigos apoltronados. ¿Por qué se sientan con ellos?, ¿por qué no los denuncian y llevan ante el juez? Eso ayudaría a que fuera mejor vista vuestra profesión y entonces la violencia quizás se convirtiera en reconocimiento general.

Por último, sólo decir que estoy en contra de la violencia, sea la que sea. También de la que se genera desde las instituciones por acción u omisión en su tarea diaria. Un buen gobierno debe mirarse por cómo viven los más pobres, no por favorecer a los más ricos, que de ellos sólo necesitan su predisposición a la corruptela para seguir engordando su insolidaridad.

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