De aprendiz no salimos
No sigamos haciendo chapuzas. El aprendiz, nivel 1 del EQF (marco europeo de cualificaciones), es un nivel sin relevancia profesional y, por tanto, sin certificación y que, para obtener un certificado profesional, deberá alternar el trabajo en la empresa con la escuela de educación de adultos hasta que termine la ESO si no la ha terminado y, si la tiene terminada, con el instituto de FP hasta conseguir el título del CFGM: primer certificado profesional como ayudante o auxiliar en un sector; un certificado de nivel 2 del EQF que le posibilitará para formarse en una ocupación del mismo sector a través de la Formación Profesional para el empleo FPE, perteneciente al «aprendizaje permanente», y haciendo esto en alternancia con la empresa. Allí, en el aula taller de la FPE, desarrollará las destrezas cognitivas y prácticas propias de la ocupación y las alternará con el puesto de trabajo de dicha ocupación en la empresa (la alternancia con la empresa desde el «aprendizaje permanente» debe ser constante desde el nivel 3 al 8 del EQF), de esa forma obtendrá el certificado profesional de «oficial» en dicha ocupación o nivel 3 del EQF. Luego, trabajando como oficial durante algún tiempo, obtendrá el reconocimiento por parte de la empresa de su excelencia como «oficial de 1.ª», un certificado profesional de nivel 4 del EQF. Llegado a este punto, la persona deberá: mejorar la empleabilidad y/o promocionar al nivel 5 del EQF. Pero para ello deberá profundizar en el conocimiento de las destrezas cognitivas de determinadas tecnologías y especializarse asistiendo a cursos como los de tipo específico del Inem que se impartían (o se imparten) en los centros de FPE. Pero antes, la persona en cuestión, debería plantearse realizar primero el curso puente y el CFGS. Todo lo demás: cuentos interesados entre la Administración y los AA SS; aliados con una irresponsabilidad académica que no quiere hacerse cargo de su fracaso. Pues tenemos muchos jóvenes (excesivos) desempleados carentes de la ESO y/o del título del CFGM, y que, por tanto, tan sólo pueden ser aprendices de nivel 1 EQF. Corresponde, obviamente, motivarles y darles trabajo en alternancia con la escuela de educación de adultos o con el instituto de FP hasta que obtengan el titulo del CFGM (la alternancia de los niveles 1 y 2 del EQF siempre lo es con el «aprendizaje inicial» del mundo académico). No les engañemos más. Los aprendices, si quieren salir de aprendices, deberán ir a la escuela, terminar la ESO y/o hacer el CFGM. Dejen ya de llevarlos de engaño en engaño, de desastre en desastre, de chapuza en chapuza. Dejen, sobre todo, de menospreciar la importancia de los contenidos formativos de la FPE de niveles 3 del EQF (curso tipo ocupación del Inem) y 5 del EQF (curso tipo específico del Inem), que, como posgrados del «aprendizaje permanente», deben realizarse en alternancia con la empresa. Ya está bien de mentir con el nefasto INCUAL a la cabeza diciendo que los contenidos en destrezas cognitivas y prácticas del «aprendizaje permanente» son contenidos idénticos a los de los conocimientos generalistas del «aprendizaje inicial». Ésa es la madre de todas las corrupciones en FP, algo que ha sepultado la industria productiva alejándola de la competitividad y de la innovación empresarial. Hagamos las cosas según el marco europeo. Miremos lo útil, no lo inútil.
Carlos Muñiz Cueto
Exinstructor de FPE, último funcionario docente del MT, Gijón
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