"La Santina ye La Santina"
Siempre que vengo a Asturias no puede faltar mi visita a Covadonga. Porque, como me día un paisano, "La Santina ye la Santina". Porque La Santina, añadía, es una madre que nos espera en todo momento, dispuesta a comprendernos y a reconfortarnos.
Me sorprendió gratamente ver en el santuario a cinco sacerdotes confesando. Recordé que estamos en un año sacerdotal convocado por el Papa con motivo del 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, el famoso sacerdote del Confesionario, y que era una ocasión para pedir por intercesión de La Santian vocaciones sacerdotales y también para que San Juan María Vianney sea un punto de referencia significativo.
¡Qué fuerza tiene la vida del Cura de Ars! El famoso psiquiatra Enrique Rojas, recomendó a un joven paciente como terapia, entre otras cosas, la lectura de la "Vida del Cura de Ars", de Trochu. Cuando volvió de nuevo a visitarle, el doctor Rojas le preguntó:
-¿Has leído el libro que te recomendé?
-Pues no, doctor, pero se lo dejé a mi hermano y ha decidido irse al seminario. Son comentarios.
Lo impresionante del Cura de Ars era su celo apostólico por la salvación de las almas. Con su presencia prolongada ante el Sagrario en la Iglesia consiguió que los fieles comenzaran a imitarle. Intentaba siempre por todos los medios, en la predicación y con consejos persuasivos, que sus parroquianos descubrieran el significado y la belleza de la penitencia sacramental Cada vez era mayor el número de penitentes que venían de toda Francia, reteniéndole en el confesionario hasta 16 horas al día. entablaba con los más reticentes un diálogo de salvación. Cuentan que un intelectual se excusaba de confesarse porque no tenía fe. Pues póngase aquí de rodillas, le señalaba el confesionario, reconozca sus pecados, arrepiéntase de ellos, después confiéselos, y volverá a tener fe. Y así era.
El cura de Ars, comentaba Benedicto XVI, consiguió en su tiempo cambiar el corazón y la vida de muchas personas, porque fue capaz de hacerles sentir el amor misericordioso del Señor. Pienso que hoy se necesitan sacerdotes al estilo del Cura de Ars. Pensaba también que la Virgen como madre intercederá eficazmente en este año sacerdotal, porque "La Santina ye La Santina".
Rafael Campoamor,
Elche
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