Respuesta a Floriano, don Carlos
En una demostración de mal perdedor, a este representante del pueblo le escucho comentar en un medio afín a su ideología que la organización Podemos la componen quienes rodearon su casa, y que la ley les importa poco.
Tratar de convencer a este señor me parece tarea inútil, pero sí creo necesario y profiláctico aclarar otro punto de vista por si hay quien tenga la tentación de creerle, que lo principal es que esta democracia, con reglas del juego aceptadas aunque a todas luces limitadas, ha arrojado el resultado indiscutible que se ve.
Va a ser que partidos como el suyo son los que han hecho sentir que la ley importa poco. Que los poderosos, los corruptos y los bultos sospechosos pueden encontrar acomodo y amparo en el mundo que proponen sus siglas. Que los rescates financieros pueden salirles gratis a quienes empujaron a la sociedad al borde del abismo.
Se siente, señor Floriano. Por mucho que quiera descalificar a una realidad emergente, lo cierto es que sin tener a los grandes medios a su disposición, sin recursos interminables al servicio de su propaganda, estos que a su decir rodean a las gentes de bien, les han arrancado a los de siempre un millón doscientos mil votos del ala.
Gente como usted es incapaz de hacer autocrítica, pero no deja de llamar mi atención la inquietud que les provoca una agrupación que ha obtenido seis veces menos votos que ustedes. Se quedan encantados de conocerse por sacarles dos escaños a los de siempre, pero, esto otro... parece que no encuentran la manera de digerirlo.
Si verdaderamente creyeran en la democracia, gentes como usted sacarían aprendizajes útiles y, por descontado, aceptarían democráticamente los resultados, los cambios de tendencia y la visión de una parte de la sociedad que lleva tiempo gritando que está harta, pero no derrotada.
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